Gina Ocqueteau

Emprendimiento y commodities, ¿por qué no?

GINA OCQUETEAU, Emprendedora

Por: Gina Ocqueteau | Publicado: Martes 15 de noviembre de 2022 a las 04:00 hrs.
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Gina Ocqueteau

Existe dentro del mundo del emprendimiento la idea de que para que una startup alcance una posición única en el mercado y obtenga financiamiento extranjero, su propuesta de negocio debe ser disruptiva, ojalá enfocada en la innovación de última línea.

Sin embargo, creo que emprender va mucho más allá de esta noción y alguien puede ser igualmente vanguardista eligiendo un negocio que a primera vista puede sonar tradicional; me refiero específicamente a los commodities, materias primas como el petróleo, el oro o la plata. Y en el caso de Chile, el cobre, el litio o los alimentos.

La primera ventaja de emprender y/o aplicar innovación en estas industrias es su simplicidad, porque con los commodities apuntamos a la raíz de la demanda. Emprender en materias primas no significa hacer más de lo mismo, sino que tomar como punto de partida un mercado conocido y transformarlo con una propuesta que puede aplicarse a cualquier fase de la cadena, desde la extracción hasta la entrega final. Es lo que plantea el físico chileno César Hidalgo con su teoría del “encadenamiento hacia atrás”, concepto que alude a no abandonar la exportación de materias primas, pero sí agregar actividades más complejas que coexistan con las tradicionales y entreguen mayor valor a la materias primas.

Pensemos, por ejemplo, en la importancia de crear soluciones innovadoras en la minería, la energía, la agricultura o la alimentación en un contexto de crisis climática. Las personas necesitan de estos productos para poder funcionar, pero los recursos naturales exigen hoy una extracción sustentable.

Hoy en día ya existen proyectos que demuestran que es posible dar un giro en las industrias de los commodities mediante la innovación, y estoy convencida de que esto es sólo el comienzo, aún falta mucho por explorar.

Gracias a una serie de condiciones e incentivos a la industria, Chile posee el 28% de la producción mundial de cobre y tiene el 54% de la reserva mundial de litio, según datos de la Comisión Chilena del Cobre. Además, contamos con un gran potencial eólico y una costa que favorece el desarrollo de la energía del mar. No olvidemos los ríos y su potencial hidroeléctrico, tampoco la capacidad geotérmica y de biomasa en la zona sur. Incluso el hidrógeno verde se abre como una oportunidad única para que Chile desarrolle una industria competitiva a partir de electricidad producida con recursos renovables de bajo costo.

Desarrollar estas áreas requiere del manejo de palancas clave que no necesariamente hagan desaparecer el riesgo –factor innato del emprendimiento–, sino más bien acotarlo. Porque nuestros emprendedores necesitan reglas claras y certezas que son responsabilidad de distintas entidades gubernamentales, tribunales que garanticen el cumplimiento de la ley, medios de comunicación que informen con transparencia y gremios que acompañen a los emprendedores y fomenten el camino del crecimiento sostenible.

Por último, esperamos que el talento local considere a los commodities dentro su espectro de opciones a la hora de aplicar innovación. No los desechemos pensando que ya está todo hecho y el cambio es imposible. Al contrario, ojalá que los emprendedores de hoy y de las futuras generaciones nos sorprendan y den un giro de tuerca en estas industrias. En situaciones de crisis como la actual, con la debacle de algunos rubros, quiebras de empresas y aumento del desempleo, esta puede ser una buena alternativa que combine el emprendimiento, la innovación y la sustentabilidad para generar nuevas oportunidades.

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