Columnistas

Grito de paz

Fernando Barros Tocornal Abogado

Por: Fernando Barros Tocornal | Publicado: Viernes 3 de noviembre de 2023 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Fernando Barros Tocornal

El sorpresivo ataque de Hamas dio inicio a otro capítulo del conflicto de Medio Oriente, donde cientos de civiles israelíes han sido asesinados o secuestrados en un raid de odio que recuerda las peores tragedias. La respuesta está siendo cruenta y las fuerzas israelíes atacan, en una cirugía implacable, la Franja de Gaza con bombardeos que cobran día a día la vida de más civiles inocentes.

El conflicto no es, o no debe serlo, entre palestinos y judíos. Es un enfrentamiento entre la milicia terrorista de Hamas y las fuerzas armadas del Estado de Israel bajo la dirección del gobierno del primer ministro Netanyahu. Pero lamentablemente es un conflicto que se extiende ya por casi 80 años y golpea inocentes, postergando su desarrollo ante la indiferencia de las naciones y la ineficacia del derecho internacional.

“En Chile los descendientes de judíos y palestinos mantienen una relación armoniosa, demostrando que las dificultades para una convivencia pacífica que hoy sufren ambos pueblos obedecen a problemas territoriales que pueden superarse”.

A pesar de que el Muro de Berlín cayó hace décadas, la Guerra Fría continúa en ciertos íconos. Y uno de ellos es este conflicto, ya que aún se ubica al mundo palestino en la esfera de la Unión Soviética, recibiendo el apoyo de gobiernos y movimientos de izquierda, y a Israel como el protegido de los EEUU, con el apoyo económico, político y militar de Washington y países de occidente, una obsoleta mirada ideologizada que impide ver el drama humano tras el conflicto e imposibilita que se cumpla con el acuerdo de las naciones e instituciones internacionales en orden a la creación del Estado Palestino y asegurar la coexistencia pacífica de los dos Estados.

Dificultan más aun el camino de la paz, por una parte, la anexión territorial contra el derecho internacional, los desplazamientos forzosos, los asentamientos en territorios ocupados, las acciones armadas sin consideración de las víctimas civiles y la negativa a la creación de una Palestina autónoma, y por otra, los grupos extremos como Hamás, que siguen la vía violenta con ataques indiscriminados a civiles inocentes y aquellos que, con apoyo del extremismo fundamentalista, quieren la destrucción de Israel y la expulsión de los judíos de una tierra que no sólo les fue dada conforme al derecho internacional, sino que en reconocimiento de su continuidad histórica desde los antiguos israelitas en territorio palestino.

El pueblo judío tiene el reconocimiento mundial por su gran contribución en las artes, ciencias y demás áreas del conocimiento y el que, a pesar de las discriminaciones y violencia que ha sufrido en su historia, ha logrado recuperarse, ser una comunidad influyente, y haber conformado un Estado líder, potencia en todos los ámbitos, que acogió a los que regresaron del “galut” a su tierra.

En Chile los descendientes de judíos y palestinos han hecho una gran contribución en la empresa, la cultura, la política y al país todo, y mantienen una relación armoniosa, demostrando que las dificultades para una convivencia pacífica que hoy sufren ambos pueblos obedecen a problemas territoriales que pueden superarse.

Las cegueras ideológicas tienen que ser superadas por la evidencia de la atrocidad de la guerra, y el mundo debe clamar más fuerte por la paz y exigir la solución definitiva del conflicto a través del imperio del derecho y el cumplimiento de las resoluciones de las Naciones Unidas. Para ello, el pueblo palestino debe asumir la realidad, desarmar a los grupos extremistas y entrar a la vía de la paz y el derecho, y el gobierno israelí y todo el pueblo judío, como Estado y Nación poderosos, deben hacer cesar la violencia y liderar con visión de futuro el proceso que conduzca a la paz definitiva en la región.

Lo más leído