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Impacto de la IA en los gobiernos corporativos

MAURIZIO PANCORVO Fundador Backspace e integrante de la mesa técnica del Senado “Legislando sobre inteligencia artificial”

Por: MAURIZIO PANCORVO | Publicado: Lunes 4 de diciembre de 2023 a las 04:00 hrs.
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MAURIZIO PANCORVO

Entre las preocupaciones planteadas por la presidenta de la CMF, Solange Berstein, sobre la adopción de la inteligencia artificial (IA) por parte de los directorios corporativos, destaca un punto crucial en la intersección de la tecnología y la gobernanza empresarial. La IA no es simplemente otra herramienta en el arsenal corporativo; es un cambio de paradigma que requiere una visión y un manejo estratégico por parte de los altos cargos.

Los miedos y dudas respecto del impacto de la IA en la fuerza laboral se han reflejado en todas las encuestas y deben ser abordados con diligencia. Este miedo no es infundado, dado que la IA tiene el potencial de alterar drásticamente los modelos de empleo y las estructuras organizativas. Por ello, el temor de los empleados hacia la IA es un llamado a la acción para los directores y gerentes de empresas.

“La claridad y honestidad con la que el directorio aborde el tema de la IA determinará en gran medida la aceptación y adaptación de las personas a estos cambios. No es sólo una cuestión de estrategia, sino de responsabilidad corporativa y liderazgo ético”.

La gestión del cambio en torno a la IA es más efectiva cuando se maneja directamente en el ámbito corporativo en lugar de depender de campañas externas. Los líderes empresariales tienen una ventaja única: la cercanía. Ellos conocen a sus equipos, entienden sus preocupaciones y tienen la capacidad de fomentar un ambiente de confianza. Esta proximidad posibilita una comunicación más directa y personalizada, que es esencial para despejar dudas y alentar a los trabajadores a ver la IA como una oportunidad para su desarrollo profesional.

Tomemos como ejemplo el área financiera: un directorio puede explicar cómo la IA facilitará la gestión de riesgos y el análisis de inversiones, pero siempre subrayando la importancia del juicio humano en la interpretación de resultados y en la toma de decisiones estratégicas. Los empleados entenderán mejor cómo la IA les asistirá en sus tareas, y no los sustituirá.

Siguiendo con el ejemplo, en el sector de ventas, la IA puede automatizar el procesamiento de datos para identificar patrones de compra y prever tendencias, pero son la perspicacia y creatividad humana las que pueden transformar esos insights en estrategias de ventas efectivas y relaciones con clientes duraderas. El directorio debe comunicar que, aunque la IA puede sugerir, son los vendedores quienes entienden y conectan con los clientes en un nivel más profundo.

La claridad y honestidad con la que el directorio aborde el tema de la IA determinará en gran medida la aceptación y adaptación de las personas a estos cambios. No es sólo una cuestión de estrategia, sino de responsabilidad corporativa y liderazgo ético.

Aunque resulta difícil hacer un llamado a la autorregulación si no tenemos las bases de conocimiento claras, estos desafíos deben abordarse de manera transparente y proactiva. En Chile ya avanza la legislación para abordar los riesgos y los gobiernos corporativos deben estar preparados para cumplir con cualquier nueva regulación que se implemente y aportar al debate para que se proteja a los trabajadores, se garantice la equidad y la transparencia, y se aborden los riesgos de la IA.

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