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Columnistas

Inefablemente irracionales

Mónica Reyes Reyes & Asociadas Comunicación Creativa

Por: Equipo DF

Publicado: Viernes 3 de noviembre de 2017 a las 04:00 hrs.

El reciente Premio Nobel de Economía Richard H. Thaler nos sorprende abordando la relación entre la sicología y la economía. Postula una mirada novedosa que aporta mucho al conocimiento del ser humano a la hora de la toma de decisiones. Tradicionalmente, pensábamos que el consumidor era, en general, racional e intentábamos comunicarnos con ellos tomando decisiones en base a parámetros objetivos. Las investigaciones de Thaler demuestran que las decisiones no siempre obedecen a criterios racionales y que entran en juego variables sicológicas. Por ejemplo, a la hora de decidir muchas personas toman en cuenta el concepto de lo que es justo y no sólo el beneficio propio. Esto es claro en redes sociales, cuando vemos que alguien levanta una queja contra alguna marca y el resto solidariza con el afectado, si es que consideran que fue tratado injustamente.

Estas variables de tipo sicológico pueden afectar positiva o negativamente y algo parecido sucede con la mentira. Dan Arieley autor del libro “The (Honest) Truth About Dishonesty” explica que la sociedad aún no ha solucionado este problema y la causa de ello radica en que somos capaces de creer nuestras propias mentiras cuando nos parecen racionales. Repetidamente nos encontramos en situaciones de tira y afloja entre el impulso y la razón, y frente al cansancio el sistema impulsivo gana poder. El mismo autor en otro de sus libros, “Predictably Irrational”, concluye que las personas nos comportamos de manera predeciblemente irracional. Con ello logra una conexión directa entre la economía, la sicología y el comportamiento humano. Un ejemplo donde podemos observar esta dinámica es cuando un restorán tiene una larga cola para entrar y por ello asumimos que es bueno, lo cual no es racionalmente cierto.

¿Cuál es el factor común que pone freno a este tipo de conductas que no son regidas por el pensamiento racional? El tener valores y principios claros y bien asentados provenientes de la formación y la educación. Sin duda, sociedades más civilizadas y mejor educadas se fortalecen en su racionalidad, frente al instinto.

Importante será considerar estas nuevas miradas e incorporar la variable sicológica en la economía dado que hoy más que nunca se nos enrostra el comportamiento humano, día a día, en este nuevo mundo interconectado, intuitivo, rápido y cambiante. El conocimiento de la complejidad del ser humano y su comportamiento, aporta cada vez más valor a la economía y al quehacer empresarial.

Cuando usted no entienda las decisiones o la conducta de alguien, recuerde que tal vez espera racionalidad de una persona que por definición será irracional.

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