Justicia y participación social, una responsabilidad de todos

Las transformaciones socio-culturales que ha experimentado la sociedad moderna han llevado a las organizaciones a modificar su estructura y formas de gestión, apuntando a modelos más participativos e inclusivos con quienes forman parte de la misma. Dicho cambio responde al supuesto de que toda persona se siente más comprometida y tiene un mejor desempeño en su tarea, en la medida en que es parte importante de la meta que se tiene como organización. Esto ha permitido potenciar el desarrollo de los recursos humanos al interior de las éstas; mejorar las relaciones interpersonales; instalar capacidades en sus integrantes; generar un sentido de pertenencia con la meta y una gran convicción de los trabajadores por alcanzarla.

¿Por qué no llevamos este modelo más participativo e inclusivo adoptado por las organizaciones a todos los sectores de la sociedad, para que sea realmente un cambio a nivel país?
En Chile hay más de 2.500.000 (Casen, 2009) de personas viven en condición de pobreza, excluidos del entramado social y privados de un bienestar que les permita satisfacer sus necesidades básicas. Esta realidad no puede seguir así.

Hoy es urgente comprender que los prejuicios sociales han limitado nuestra posibilidad de reconocer diferencias y entablar relaciones interpersonales auténticas donde todos tengamos la posibilidad de participar del diseño, ejecución y evaluación de políticas públicas. Donde todos podamos compartir en espacios de diversidad cultural y social, reconociéndonos como iguales; de acceder a instancias de aprendizaje para adquirir herramientas y desarrollar competencias bajo un modelo de igualdad de oportunidades; y sobre todo, de soñar juntos nuestro país.

Sólo será posible pensar una realidad diferente en el medida en que incluyamos a todos quienes forman parte de la sociedad, entendiendo que cada uno juega un rol fundamental en la construcción de un país más justo; y cuando estemos convencidos de que las grandes transformaciones sociales son posibles cuando se sustentan sobre principios de inclusión y justicia.

Hay quienes están dispuestos a romper paradigmas y comenzar a escribir un país diferente.

Tú… ¿qué esperas?