La clave humana del emprendimiento

El auge de emprendimiento e innovación que estamos viendo en Chile no es casualidad. El gobierno, las empresas y distintos organismos han contribuido a generar un ecosistema favorable al emprendimiento en el país con iniciativas concretas, como la reforma que permite crear empresas tan solo en un día, entre otras medidas de gran impacto. Pero la clave para que la magia se produzca va más allá. La clave está en la confianza, ingrediente que a veces suele ser esquivo.

Para que un emprendedor encuentre financiamiento debe ganarse la confianza de los inversionistas. No solo necesita dar a conocer el producto o el servicio que quiere lanzar al mercado. Necesita que los inversionistas palpen su entusiasmo, su energía y la fe que tiene en su proyecto. Y esto solo sucede cuando las personas se miran cara a cara. Solo así se construye la confianza, indispensable para que un emprendimiento se haga realidad.

En Chile contamos con emprendedores apasionados por sus ideas, capaces de detectar soluciones eficientes y así contribuir al desarrollo del país. También contamos con personas dispuestas a mirarse a la cara.

Es así como nuestro país se ha transformado en un ejemplo mundial de emprendimiento. De acuerdo al último informe Global Enterpreneurship Monitor, liderado por la Universidad del Desarrollo, Chile tuvo una tasa de emprendimiento de 23,4% en 2012, casi el triple del promedio de la OCDE, que llegó al 8%.

Para que este fenómeno siga creciendo, es necesario potenciar los encuentros en persona de emprendedores con inversionistas y empresas que mantengan políticas de puertas abiertas y estén dispuestas a trabajar en conjunto con ellos. Es importante también que los empresarios se den la oportunidad de conocerlos, se abran a nuevas ideas y piensen que todavía hay propuestas que los pueden sorprender. El año pasado, en 3M organizamos un Asado de Emprendimiento que atrajo a cerca de 500 emprendedores, empresarios e inversionistas. Este año repetimos la experiencia y llegaron más de mil. Hemos visto en la práctica cómo crece el interés por encontrarse. Este contacto directo es indispensable para confiar en que el emprendedor será capaz, en que cumplirá y en que su idea puede ser exitosa.

El emprendimiento, tal como la confianza, es una apuesta al futuro. En este espacio todavía tenemos una gran oportunidad para seguir aportando en conjunto al desarrollo del país y a la calidad de vida de las personas.