Un nuevo anuncio nos envía el Mineduc. La famosa gratuidad ya no es para todos, sino que inicialmente para las universidades del Cruch y para los IP y CFT acreditados y sin fines de lucro.
Primer problema: Discriminación. Se entiende en cualquier reforma que los recursos no son infinitos, pero aquí claramente hay un sesgo discriminador. Según palabras del rector Montes, este sesgo correspondería a un supuesto lobby de las universidades del Cruch. ¿Seguimos creyendo que las universidades tradicionales merecen un trato distinto? ¿Que son mejores que las otras? Quizás en algún momento lo fueron, pero esa distancia cada vez se acorta más.
El Cruch cuenta con 25 universidades tanto privadas como públicas. En las primeras la matrícula es de 131.722 estudiantes y en las del Estado estudian 169.614 jóvenes.
Fuera del Cruch hay 35 universidades privadas "no tradicionales" en donde estudian 344.103 alumnos. 175.000 jóvenes de los quintiles más bajos estudian en universidades privadas y 158.000 en las instituciones del Cruch. En los institutos profesionales estudian 176.000 alumnos de los tres primeros quintiles. Como dato anecdótico pero triste, Inacap quedaría fuera de este "beneficio" por estar organizado como sociedad. Plop!.
Según las cifras anteriormente expuestas, ¿a quién estamos tratando de ayudar? ¿A los alumnos o a ciertas instituciones?
El segundo problema, y a mi juicio más importante aún, es la mala asignación de recursos. Comparto la opinión de la mayoría de los expertos que manifiesta que estamos tratando de arreglar el techo de la casa, cuando sus cimientos están construidos de adobes. El hecho que estemos hablando de gratuidad en educación terciaria es únicamente por la presión de los movimientos sociales, que pueden ser muy válidos, pero la historia indica que casi buscan un beneficio a su causa y no el bien común.
Por supuesto que para los alumnos que vienen con una mala preparación acceder a gratuidad es valioso, pero de seguro sería mucho más valioso poner esos recursos en una mejor formación. La gente preparada no tiene miedo a los créditos, es más así funciona el mercado financiero en todo el mundo. El problema es cuando tú no estás capacitado y traes a cuesta una mochila de un crédito que estás casi seguro de no poder pagar. Eso es lo que angustia hoy a miles de estudiantes. Todavía es tiempo de poder enmendar el rumbo y atacar los cimientos de la casa, y no partir con el techo.