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María Pía Aqueveque

Pensiones: modernas en la forma, analógicas en el fondo

MARÍA PÍA AQUEVEQUE Directora de empresas, experta internacional en activos digitales

Por: María Pía Aqueveque

Publicado: Jueves 25 de septiembre de 2025 a las 04:03 hrs.

María Pía Aqueveque

María Pía Aqueveque

Reformar las pensiones no es solo cuestión de números, sino de confianza, pues sin transparencia ni innovación, ningún sistema será sostenible. Durante décadas, Chile fue considerado un referente en pensiones para América Latina. El sistema de capitalización individual instaurado en los años ‘80 no solo dinamizó los mercados de capitales, sino que también consolidó a Santiago como un centro financiero regional. Sin embargo, con el tiempo, las bajas tasas de reemplazo, la creciente desconfianza hacia las AFP y los retiros masivos autorizados durante la pandemia -más de US$ 50.000 millones-debilitaron profundamente el modelo.

En marzo de 2025, tras años de postergación, el Congreso aprobó una reforma estructural. El nuevo marco reemplaza los multifondos por fondos generacionales, que ajustan automáticamente la cartera de inversión a medida que los cotizantes envejecen. Se suma una cotización adicional a cargo del empleador, se incrementa la pensión universal y se introducen licitaciones de afiliados para fomentar la competencia entre administradoras.

“La innovación financiera avanza con rapidez y amenaza con dejar rezagado al sistema previsional; pero hay margen para innovar”.

Los objetivos son claros: mejorar las pensiones, distribuir riesgos de manera más justa y aumentar la eficiencia de un sector criticado por sus altos márgenes. Sin embargo, la reforma mantiene limitaciones, pues el afiliado continúa como actor pasivo, la movilidad entre AFP es reducida y la transparencia no mejora sustancialmente.

En este escenario, la innovación financiera avanza con rapidez y amenaza con dejar rezagado al sistema chileno. Hoy se expanden la banca abierta, los activos digitales y las plataformas de inversión en tiempo real, mientras el país sigue resolviendo problemas antiguos con herramientas tradicionales.

La experiencia internacional ofrece aprendizajes. La tokenización de activos mediante blockchain promete eficiencia operativa, mayor liquidez y menores costos. Europa y Suiza ya realizan pilotos en este ámbito. En Chile, la Ley Fintech reguló plataformas de criptoactivos y sentó las bases de banca abierta, mientras que la Bolsa de Santiago lanzó AUNA Blockchain para experimentar con instrumentos financieros tokenizados. Aun así, cualquier eventual participación previsional en estos activos debería ser regulada, con límites de exposición y mecanismos de custodia que eviten riesgos como los observados en FTX o Celsius.

Chile tiene margen para innovar: plataformas de “pensiones abiertas” que permitan comparar comisiones y retornos en tiempo real; sandbox regulatorios para probar fondos tokenizados y contratos inteligentes; o usar parte del ahorro previsional como colateral hipotecario. Además, podría exigirse que las AFP compartan utilidades extraordinarias con los afiliados, alineando incentivos y distribuyendo beneficios, proporcional al tiempo y aporte previsional, como se ha observado en finanzas descentralizadas. 

La reforma representa un avance importante, pero insuficiente si no se acompaña de innovación y transparencia. Solo así Chile podrá recuperar liderazgo, reconstruir la confianza ciudadana en su sistema previsional y dinamizar el mercado de capitales.

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