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Mirar al revés

Jacinta Fanjul Jefa Innovación Social UANDES

Por: Jacinta Fanjul | Publicado: Martes 17 de diciembre de 2019 a las 04:00 hrs.
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Jacinta Fanjul

En este momento de crisis han quedado manifiestos muchos dolores que nos afectan como sociedad y que exigen reformulaciones en temas como salud, educación, sistema de pensiones, autopistas, etc. En definitiva, lo que la calle está pidiendo es que construyamos una sociedad más justa y con más igualdad.

Visto con un cierto optimismo, este escenario es una oportunidad para la Innovación Social, ya que ésta nos invita a pensar en una solución una vez que hemos detectado algún “dolor”.

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Así, entonces, uno de los primeros pasos es “pensar al revés” y buscar soluciones distintas a las actuales, que sean innovadoras, co-creadas junto a las comunidades y con todos los implicados; soluciones autosustentables y que no sólo tengan un impacto social, sino también financiero.

Si nos damos el espacio para “pensar al revés”-ya sea en compañías grandes como en pequeñas-, eso podrá ayudar a dar una respuesta rápida y eficiente a lo que pide la sociedad, sin esperar que todos los cambios vengan desde la política o desde la regulación de los mercados.

Para que se produzca un cambio real e innovador, pero al mismo tiempo con una mirada social, es importante que se tomen algunas medidas. Una de ellas es estar dispuesto a revisar, bajo esta nueva mirada, los principales modelos de negocios de las empresas. Muchas veces se nos hace más fácil aplicar la innovación social o proyectos de valor compartido en áreas que no afectan al negocio central o más acotadas. Esta es una oportunidad para mirar y revisar el core del negocio.

Junto a lo anterior, es indispensable cambiar los indicadores de cómo los directorios miden a sus gerencias. Muchas veces la mesa directiva está de acuerdo con los cambios, pero a la hora de medir a las gerencias siguen utilizando KPI que sólo son posibles de conseguir con viejas prácticas. Si queremos que la administración aplique Innovación Social debemos medirlos por ello, medirlos por impacto social y económico.

Otro cambio que hay que aplicar es la trasparencia en indicadores internos, porque parte de la sensación de abuso que reclama la calle tiene su origen en la opacidad que predomina a la hora de tomar decisiones. Necesitamos estar conectados con nuestro entorno, porque las soluciones y cambios se deben construir en conjunto con nuestros colaboradores y con la comunidad, co-creando y, principalmente, escuchando lo que todos los actores tengan que decir; todos tendrán un aporte que contribuirá a que la solución sea la mejor.

A nivel país tenemos una valiosa oportunidad y debemos aprovecharla. Hoy se entiende por innovación social a los emprendedores sociales y Empresas B que quieren cambiar el mundo, pero no como una metodología que se incorpora en las empresas y llama a todos pensar al revés.

Las empresas son ágiles, eficientes y capaces de adecuarse, pero hay que ocupar todas estas habilidades en pos del bien común; utilicemos la Innovación Social como una herramienta para dar respuesta a las demandas sociales y, a la vez, reevaluar la forma de hacer negocios.

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