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Modelos de administración y emprendimientos exitosos

Alejandro Espinosa Socio KPMG

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Una empresa para abrirse camino y convertirse en un negocio viable deberá superar diversas dificultades y por sobre todo saber enfrentar la incertidumbre. El nacimiento de un negocio representa una prueba de talento y compromiso de sus fundadores. Su gestión se centra en su intuitiva percepción del mercado, del producto o del servicio que ofrecen, pero es limitada y local. Sus objetivos son de corto plazo. Por ello, sus modelos de trabajo son básicos, lo suficiente como para llevar cierto orden y control. Conforme las necesidades crecen en una compañía, se agregan requerimientos para cubrir estas necesidades. Hay una gran preocupación sobre el flujo de efectivo que en estas etapas es escaso y debe ser administrado al no contar con fácil acceso a un financiamiento institucional.

Aunque no todas las empresas nacen para volverse eficientes y poderosas, sí es indispensable medir lo que desean hacer, hasta dónde quieren llegar y para qué se sienten capaces y redefinir sus modelos para ello. Sin lugar a dudas, las empresas que logran aprovechar su gran potencial de crecimiento pueden pasar al siguiente nivel. En este proceso, la adaptación e incorporación de todos los riesgos externos y opciones debe ser parte de la gestión y administración de una empresa para superar la etapa de emprendimiento. Son muchos los riesgos que pueden impactar fuertemente en la viabilidad de un negocio en crecimiento; hay devaluaciones, cambios en las tasas de interés, riesgos informáticos, huelgas, fraudes, interrupción de la cadena logística o cambios repentinos en las leyes o las normas ambientales, surgimiento de competidores, cambio en las tecnologías. Obtener financiamiento es otro de estos desafíos, así como el método de financiamiento. Hay dinero en los bancos, en los fondos de inversión (de Capital Privado) y en los mercados de valores, donde las empresas institucionalizadas pueden colocar papeles de deuda o una parte de su capital, es decir, la venta de una parte de sus acciones. Cada opción tiene ventajas y desventajas.

Todos estos elementos deben ser valorados y gestionados. Las incertidumbres hacen más difícil el entorno y dirección de una decisión. Por ello, es muy importante que se despejen rápidamente o se entreguen las expectativas lo más claras posibles. Una empresa que nace puede funcionar sin un modelo que tome en cuenta todo esto, pero para que ella crezca y se diferencie no podrá hacerlo sin tener una mentalidad de gran empresa y una gestión eficaz de estos riesgos y su entorno.

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