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Prevención de estados financieros fraudulentos

José Monsalve Presidente Asociación de Auditores Externos A.G.

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José Monsalve

Para mitigar el riesgo de estados financieros fraudulentos es básico conocer los factores que pueden gatillar fraudes de alta gerencia. El Triángulo del Fraude identifica tres elementos: Oportunidad, Presiones Financieras y Racionalización. Hasta hace poco, las empresas centraron sus esfuerzos en inhibir el primero a través de robustos controles internos.

Pero como algunos ejecutivos superiores pueden sobrepasarlos, hoy los énfasis se centran en administrar los otros dos vértices del triángulo. Las Presiones Financieras dicen relación con cumplir presupuestos poco realistas en cuanto a metas de corto plazo, que conllevan como incentivo una ganancia personal a través de bonos variables por desempeño o stock options.

Respecto a Racionalización, la mayoría de los estados financieros fraudulentos contemplan un tratamiento contable inapropiado: ejecutivos que identifican un área gris y cruzan la línea, razonando que esa actuación no es realmente ilegal o inmoral, sino en el mejor interés de todos o creen que nunca será detectada por otros. La verdad es que estas acciones pueden ser reducidas o contenidas, nunca exterminadas. En consecuencia, es necesario actuar.

Esto requiere del directorio generar un ambiente de control ético en que la integridad y honestidad permee a toda la organización. La cultura de hacer las cosas correctas debe ser entendida con igual importancia que lograr buenos números. Materializarla en el ejemplo de vida de los ejecutivos superiores; en establecer canales de denuncia anónimos y protegidos (45% de los fraudes se detecta por esta vía); promover y verificar una continua interacción entre el Comité de Auditoría, la administración, los auditores internos y externos; contratar auditorías forenses cuando existan dudas que así lo ameriten.

Otra área de acción es el escepticismo en evaluar la evidencia que sustenta las cifras, esto es de buena fe no asumiendo honestidad ni deshonestidad, pero aceptando la posibilidad de errores significativos debido a fraudes. Una actitud mental crítica sobre las inconsistencias; el desafiar los supuestos sobre las estimaciones que impactan resultados; en la comparación con la industria. También, dejar un tiempo propio del directorio en definir qué información específica desea recibir y no sólo quedarse con los powerpoint que recibe de la administración.

Los auditores externos tenemos clara nuestra responsabilidad como parte relevante del proceso de emisión de estados financieros de uso público. Nos demanda interactuar en forma continua con el Comité de Auditoría; ejercer con independencia para proporcionar objetividad de juicio en nuestros informes; administrar cualquier conflicto de interés; capacitar a nuestro personal en ejercer nuestro deber de escepticismo. Lo hacemos porque tenemos muy presente nuestro rol en cuanto a que los inversionistas reciban oportunamente información importante, completa y veraz para tomar decisiones.

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