Reforma a las reformas

Todos nos equivocamos. De hecho errar es la mejor forma de mejorar en lo que hacemos, pues aprendemos de los tropiezos y seguimos avanzando. El problema es cuando no tenemos la capacidad de aprender de nuestros errores, ya sea por comodidad, temor o simplemente porque tenemos una ideología que no nos permite razonar con objetividad. Hemos visto cómo países se caen a pedazos y, sin embargo, sus líderes no son capaces de preguntarse algo tan simple como ¿estaremos haciendo algo mal nosotros? El ejemplo más cercano es la Venezuela actual y para que recordar la Argentina de los Kirchner.

En nuestro país, hay consenso de que se han hecho muchas cosas mal en el último tiempo. Hay muchas reformas que deberán ser reformadas, y está por verse la capacidad y valentía del próximo gobierno para enmendar el rumbo cuando deba enfrentar a grupos de interés despreocupados por los hechos objetivos pero expertos en retorcer argumentos y que operan con un populismo desatado con el fin último de apoyar su ideología.

Como ejemplo los invito a escuchar la entrevista que CNN Chile realizó al líder del grupo NO+AFP este año. En dicha entrevista afortunadamente lo acompañaba Rolf Lüders, tratando de argumentar con lógica de economista, pero sufriendo en plenitud la posverdad de Mesina y compañía. Qué difícil es hoy por hoy ser racional en el mundo de lo público.

Bajo esta lógica, una corrección importantísima que deberá acometer el próximo gobierno es una enmienda a la reforma tributaria. Volver al sistema integrado, pero mejorado y sin los loops del pasado. Esto parece ser una necesidad al ver los datos de inversión y la inexistencia de brotes verdes en los últimos semestres.

Deshacer la reforma educacional y reemplazar la gratuidad por un buen sistema de becas y créditos parece ser otra necesidad. Volver a potenciar los colegios particulares subvencionados, pero con mejor control de la Superintendencia de Educación va a ser clave. Volver a potenciar los Liceos Bicentenario, tratando de ponerles los patines a los niños talentosos pero menos afortunados es importante.

Cerrar la incertidumbre de la reforma constitucional, al parecer no es tan importante, pues a casi nadie le interesa dicha reforma, según las encuestas de opinión.

Volver a liderar en vez de tratar de adivinar qué quiere la calle va a ser un total cambio de paradigma para los tiempos actuales. Escuchar a la calle siempre es importante, pero se debe ponderar con lo que piensa el resto y decidir en función del modelo de sociedad que se busca. Al final, uno espera que quienes conducen la nación de verdad lideren.