Ricardo Fischer

Notarios, ¿monopolio o mercado?

Ricardo Fischer Socio Director Asesorías Fischer & Zabala

Por: Ricardo Fischer | Publicado: Martes 24 de julio de 2018 a las 04:00 hrs.
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A pesar de que Chile lleva tantos años con una economía de mercado, resulta extraño que aún tengamos vestigios de la época en que era una economía socialista. A modo de ejemplo, a principios de los 70 llegamos a tener alrededor de 3.000 productos y servicios cuyos precios eran fijados por la entonces llamada Dirección de la Industria y del Comercio (Dirinco), hoy Sernac. Es decir, el Estado podía discriminar entre quién ganaba dinero y quién no.

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Pues bien, este es el caso de los notarios, cuyos precios están fijados hace veinte años. Pero eso no es lo esencial, pues la protección no está en los precios (que, por cierto, no respetan), sino también en que el número de notarios está fijado. Se trata de trescientos treinta “afortunados”, es decir, uno de cada más de cincuenta mil habitantes, a los que se les asigna una localidad particular para operar, es decir, son monopólicos en sus zonas. Lo anterior explica cómo su renta promedio está en torno a los $ 14 millones. Pero la ley no sólo establece el número de notarios, sino que también fija los tipos de servicios, muchos de los cuales no tienen sentido. Por ejemplo, para las escrituras públicas está determinado cada cuántas hojas éstas deben ser empastadas, o bien se pide la firma de un notario para retirar un pasaporte.

Hasta hace poco teníamos otra industria en una situación similar, pero afortunadamente el mercado irrumpió y destruyó el monopolio. Me refiero a los taxis, en que la aparición de aplicaciones como Uber y Cabify hizo imperar al mercado por sobre la regulación. Haciendo un símil, imagínese el servicio que recibiría si las prestaciones de los notarios incluyesen servicios digitales y no existiesen las barreras actuales para entrar al mercado de los notarios. Sin duda, el servicio mejoraría. La experiencia en otras partes del mundo así lo ratifica, pues no existe un número de notarios pre-determinado ni localidades con exclusividad. Por ejemplo, existen notarios móviles, en que Ud. obtiene su firma sin moverse de su escritorio ni hacer largas esperas. Cualquiera puede ser notario luego de pasar por un riguroso proceso de selección que garantice sus conocimientos, honorabilidad, etc.

Como es de esperar, los notarios se oponen a todo cambio que les merme su monopolio bajo argumentos tales como que son garantes de la fe pública, lo que justifica que la labor sea ejercida exclusivamente por abogados seleccionados por la autoridad. Lo anterior presupone que la honorabilidad es monopolio de los abogados, lo que es una aberración. Indigna ver cómo los notarios defienden su monopolio con supuestos estudios que contradicen el informe encargado por la FNE, con el único fin de defender sus prerrogativas. La iniciativa del ministro de Justicia anterior —aumentar el número de notarios— no resuelve el problema. Hay que hacer cirugía mayor, para lo cual se requiere que la autoridad tome cartas en el asunto y con determinación corrija este monopolio anti-mercado.

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