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Columnistas

Sistema financiero, crecimiento económico y autorregulación

Jorge Rodríguez CEO Managing Partner de Deloitte

Por: Equipo DF

Publicado: Martes 21 de junio de 2016 a las 04:00 hrs.

La mayoría de la evidencia empírica sugiere que no solo existe una relación positiva entre el desarrollo financiero, el crecimiento y el posterior desarrollo económico de un país, sino que ésta es una relación causal. Es decir, un sistema financiero más desarrollado conducirá a un mayor crecimiento económico y eventualmente al desarrollo de la economía, en caso de los países emergentes. De igual manera, existe evidencia que relaciona altos niveles de desarrollo y altos niveles de fondos accionarios y un impacto relevante de los inversionistas institucionales sobre la profundidad de los mercados de capitales.

Resulta interesante analizar y entender la evolución, así como la estructura de los diferentes sistemas financieros; entendiendo por sistema financiero a la banca, los intermediarios no bancarios y el mercado de capitales. Una de las principales funciones del sistema financiero consiste en facilitar la asignación de recursos en un entorno de incertidumbre, movilizar ahorros, posibilitar el intercambio de bienes y servicios de manera más eficiente, y permitir el logro de mejoras en el manejo del riesgo.

Los trabajos de diferentes autores hacen referencia al rol de los bancos en el crecimiento; algunos concluyen que una mejora en materia de diversificación de riesgos, conduce a una aceleración del cambio tecnológico. Dado que en el largo plazo el crecimiento solo provendrá de mejoras en la productividad total de factores, queda de manifiesto la importancia del rol del sistema financiero como facilitador en los procesos de crecimiento y desarrollo económico.

En el escenario actual de Chile, donde el crecimiento está por debajo del 2% resulta congruente fomentar y fortalecer el sistema financiero, a través de una agenda de productividad como la que impulsa el gobierno.

Nuevamente, la evidencia empírica muestra que a medida que los países se hacen más ricos, los mercados de capitales crecen en tamaño y se hacen más líquidos, esto medido como capitalización bursátil. En Chile, luego de la Ley de Opas en el año 2001, y las siguientes Reformas al Mercado de Capitales, que entre otras medidas desregularon la industria de fondos mutuos y seguros, y autorizaron los multifondos de pensiones, no se han realizado grandes avances en esta materia, ya que se optó por el camino de distribuir riqueza, en lugar de crearla.

Tras lo anterior, es válido preguntarse si el crecimiento sano del mercado de capitales debería ir a más de la mano de una autorregulación de la industria, que conduzca en último término al anhelado crecimiento de la economía.

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