Sustentabilidad, el deber de la industria química
En 2050, más de 9.000 millones de personas vivirán en nuestro planeta. La población mundial y sus necesidades continuarán aumentando. Si nada cambia, necesitaremos los recursos de casi tres planetas como el nuestro para satisfacerlas, esto implica enormes retos globales.
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En 2050, más de 9.000 millones de personas vivirán en nuestro planeta. La población mundial y sus necesidades continuarán aumentando. Si nada cambia, necesitaremos los recursos de casi tres planetas como el nuestro para satisfacerlas, esto implica enormes retos globales.
Dentro de este contexto, la industria química enfrenta potentes desafíos en pro de un desarrollo económico y social sustentable. La forma de hacerlo es a través de la innovación. Invertir en el desarrollo de productos y soluciones que den respuesta a los desafíos globales tales como protección climática, eficiencia energética, nutrición y transporte. Es ahí donde la industria tiene la oportunidad de aportar prácticas que promuevan el adecuado uso de recursos naturales, que cumplan con los requisitos del presente y a su vez resulten en un desempeño rentable a largo plazo, garantizando que las necesidades de generaciones futuras sean satisfechas
En este sentido es clave aumentar los esfuerzos por asegurar el balance entre los aspectos ecológicos, económicos y sociales. Un ejemplo de este tipo de prácticas son los Análisis de Eco Eficiencia y Socio Eco Eficiencia, herramientas desarrolladas por nuestra compañía, reconocidas por TÜV e incorporadas como medios de evaluación y gestión de procesos y productos.
Estos métodos permiten analizar el ciclo de vida completo de los productos (basados en ECV conforme ISO 14040 ) entregando información acerca de su impacto al medio ambiente y a las personas, permitiendo incluso medirlo en los procesos dónde son aplicados.
La metodología se basa en la comparación de productos y procesos lo cual permite sea usada como un medio de evaluación de mejora continua, armonizando aspectos económico, social y medio ambiental, permitiendo visualizar aquellos beneficios que se pueden obtener de ellos. Por ejemplo, conocer cómo optimizar el uso de energía sin que se produzcan desperdicios de recursos o reduciendo las emisiones de gases efecto invernadero.
El aplicar herramientas de gestión como éstas permite integrar la sustentabilidad en la tarea diaria, desarrollando la innovación y generando el cambio de cultura necesario para promover el crecimiento de largo plazo.