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Editorial

Crecimiento y expectativas: la tarea pendiente

Por: Equipo DF

Publicado: Martes 2 de diciembre de 2025 a las 04:00 hrs.

El Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) de octubre confirmó un avance de 2,2% anual, levemente sobre lo esperado, pero volvió a mostrar un patrón conocido: Chile crece, sí, pero lo hace de manera dispareja. Comercio y servicios continúan siendo los motores, mientras minería e industria se mostraron rezagadas. Incluso con mejores expectativas empresariales, estas todavía no se traducen en un nivel de actividad capaz de romper la inercia del 2% que ha marcado los últimos años. El país se mueve cerca de su tendencia, pero lejos de un ciclo verdaderamente expansivo.

Con este dato, el balance del año se despeja. Todo indica que 2025 cerrará con un crecimiento cercano al 2,5%, en línea con lo proyectado por el Ministerio de Hacienda. Sin embargo, el panorama se ensombrece al mirar el cuadro completo del Gobierno del Presidente Gabriel Boric: el crecimiento promedio de su administración rondaría el 1,9%, uno de los más bajos desde el retorno a la democracia, comparable solo con el segundo mandato de Michelle Bachelet. No son cifras para celebrar. Muestran un país que avanza, pero sin encontrar el impulso suficiente para mejorar de forma sostenida su productividad, inversión y salarios.

No son cifras para celebrar. Muestran un país que avanza, pero sin encontrar el impulso suficiente para mejorar de forma sostenida su productividad, inversión y salarios.

Es de esperar que las cifras conocidas hace unos días, respecto de un repunte en la inversión, liderado por maquinaria y equipos y por obras de ingeniería asociadas a energía y minería, sean un anticipo de un cambio de ánimo. El desafío es que este salto puntual se convierta en tendencia.

Ahí es donde las expectativas vuelven a ser decisivas. La inversión —motor del crecimiento futuro— depende de que las empresas crean que el entorno será estable, predecible y propicio para recuperar lo invertido. Por eso es tan crucial observar cómo los candidatos presidenciales enfrentan el debate sobre crecimiento: si serán capaces de presentar propuestas audaces, profundas y realistas, que efectivamente atraigan inversión y reactiven el dinamismo perdido.

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