Menos ministros y, por ende, menos ministerios. Es uno de los cambios que pretende llevar adelante el Presidente electo, José Antonio Kast. En ese rediseño, las carteras de Minería y Energía desaparecerían como tales, para integrarse como subsecretarías a la de Economía, creando un triministerio.
Sin embargo, este modelo levanta dudas y cuestionamientos desde los gremios de ambos sectores, que hasta 2010 convivieron en una sola secretaría de Estado, pero hoy, con abultadas agendas de inversión y desafíos propios, valoran y defienden su independencia ministerial.
“Creo que sería bueno que el próximo Gobierno reconsidere lo del triministerio”, comentó la presidenta de la Asociación de Industriales de la Minería (Aprimin), Dominique Viera, que cuenta con 160 socios.
“Es importante que Economía desarrolle proyectos de inversión, pero la minería es un rubro que no tiene nada que ver con proyectos como el salmón o el vino. Definitivamente no tenemos los mismos intereses”.
Desde la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), su presidente Jorge Riesco remarcó que “la minería requiere atención y apoyo, especialmente los pequeños y medianos productores, y para eso está el ministerio”. Aunque apuntó que todavía falta conocer el detalle del diseño institucional, advirtió que en el pasado “las fusiones ministeriales no han sido necesariamente beneficiosas para el sector”.
“La minería es un sector clave para la economía de Chile, por lo que necesita un liderazgo ministerial fuerte para formular políticas, coordinar con otros ministerios y las empresas”, enfatizó Manuel Viera.
“La creación del Ministerio de Minería fue un hito histórico y logro institucional de Sonami, que reconoció la importancia de nuestra actividad como el motor de Chile. Solo en el caso de que esta medida -el triministerio- se traduzca en contar con un ministro que tenga una visión integral de esa importancia y una influencia efectiva dentro del Gobierno y del gabinete; que posicione a la minería como el eje central del crecimiento; que participe en el comité político; y que mejore la articulación con otros ministerios, será beneficiosa para la minería y el país”, marcó el líder del gremio de 142 años.
Más crítico fue el presidente de la Cámara Minera de Chile, Manuel Viera, quien enfatizó que como institución “nos oponemos a reducir el ministerio y fusionarlo o compartirlo, ya sea como biministerio o triministerio”. Argumentó que el sector requiere de un liderazgo ministerial único y fuerte para formular política públicas, coordinarse con otras carteras y las empresas. Aludió también a la relevancia del cargo a nivel internacional, por lo que su eliminación “sería un retroceso” y generaría una “pérdida de identidad minera del país”.
Sobre las veces que Minería ya fue biministerio en el pasado, Viera criticó que “nunca se cumplieron las metas de economizar recursos, se vio mermada la gestión y fue una pésima señal para la industria”.
Sector energético
En el sector energético las opiniones son dispares. Mientras algunas fuentes reconocieron que preocupa la idea del triministerio dado que podría perder fuerza la cartera en momentos donde se deben desplegar reformas clave, otros recordaron que antes la cartera ya estuvo aparejada a otras, lo que dejó un aprendizaje claro: los liderazgos y prioridades que se definen terminan siendo más relevantes.
Para la directora ejecutiva de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (Acera), Ana Lía Rojas, instalar un triministerio tiene ventajas y desventajas. Si bien puede ser coherente situar Energía junto a Economía en el sentido de desarrollar políticas públicas de la mano para impulsar el crecimiento, reconoció que puede haber un “contrasentido” entre la especificidad que requiere el sector y la agenda que se defina.
“Este sector es tremendamente específico y con regulaciones muy complejas que requieren entendimiento y dedicación”, advirtió.
Rojas enumeró al menos cuatro reformas a impulsar: en materia institucional -tras lo vivido con el apagón y los errores en las cuentas de electricidad-, distribución eléctrica, valorización de la transmisión y mercado mayorista de energía.
Si se sigue con la idea de agrupar carteras, enfatizó que lo relevante es tener un triministro y un subsecretario “tremendamente fuerte con liderazgo político y técnico”.
El director ejecutivo de Empresas Eléctricas, Juan Meriches, aseguró que, “más allá de la estructura institucional que se defina, creemos que lo fundamental es que el sector energía sea considerado una prioridad estratégica para las nuevas autoridades. Se trata de un sector habilitante para la inversión, el desarrollo económico y la calidad de vida de las personas, por lo que debiese tener un lugar central en la agenda en los próximos años”.
El director ejecutivo de Generadoras de Chile, Camilo Charme, también sostuvo que, más que el diseño institucional, lo clave es que las diferentes entidades que integran el Estado tengan una mirada estratégica sobre la industria eléctrica como motor de crecimiento del país. “Si una mejor coordinación entre carteras permite alinear la visión conjunta y sistémica del desarrollo de Chile, puede ser una oportunidad interesante a analizar en detalle”, añadió.