Enade, señales y confianza
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La trigésimo sexta versión del encuentro Enade se ha constituido nuevamente en un buen escenario para el debate de los principales asuntos que preocupan al sector empresarial y un marco propicio para que hombres de negocios y autoridades planteen sus puntos de vista, a veces coincidentes, a ratos divergentes, sobre la actualidad y las perspectivas de lo que viene hacia el futuro.
Como era previsible, la desaceleración de la actividad económica, las numerosas reformas que impulsa el gobierno y el clima de crispación política que vive el país fueron temas recurrentes. Una idea que, sin embargo, cruzó con más énfasis este foro que otros anteriores fue la necesidad de afianzar las confianzas, un requerimiento que ha estado presente en la discusión de este año y que no logra resolverse.
El ministro de Hacienda, Alberto Arenas, no eludió esta inquietud y aprovechó la tribuna para insistir en que para el Ejecutivo "los empresarios son el corazón de la economía y el motor del crecimiento" y en que "lo importante es mantener el respeto y la capacidad de escuchar".
El presidente de la CPC, Andrés Santa Cruz, también puso el acento en este punto y demandó más diálogo, junto con enfatizar en que "es un error caer en la ingenuidad de creer que para avanzar hay que desmantelarlo todo".
Una buena partida para asentar las confianzas necesarias es impulsar un diálogo franco y constructivo que encauce los distintos proyectos que existen en el país. Pero no es suficiente. También se requiere que las señales se conviertan en acciones concretas que den sustento a un clima de mayor entendimiento.
