Editorial

Inflación

Un escenario económico en línea con las más recientes proyecciones del mundo privado -leáse mercado financiero y consultores- consignó ayer el Informe de Política Monetaria...

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Un escenario económico en línea con las más recientes proyecciones del mundo privado -leáse mercado financiero y consultores- consignó ayer el Informe de Política Monetaria (IPoM) presentado por el Consejo del Banco Central ante la Comisión de Hacienda del Senado.



Entre los aspectos positivos, la autoridad monetaria mantuvo la estimación de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para el presente año entre 5,5% y 6,5%. Impulsado por la dinámica expansión de la demanda interna en un contexto internacional que se definió como más favorable, en esta ocasión incluso se habló de que el balance de riesgos de dicha variable está sesgado al alza.

Es decir, dependiendo de los acontecimientos, bien podría el PIB de Chile superar el techo proyectado para 2011, tal como lo han expuesto algunos analistas locales. 
Todo un cuadro auspicioso, que sigue dando cuenta de la recuperación de la economía nacional tras la crisis internacional y los efectos del terremoto de febrero de 2010.

Lo inquietante, es que este cuadro de mayor actividad descrito en el IPOM irá acompañado de un incremento -más acelerado de lo deseable- en los precios de los bienes internos. Basado en el impacto del incremento en la cotización del petróleo y sus derivados en el mercado externo, la autoridad ajustó al alza su proyección de inflación para este año de 3,3% a 4,3%, o sea, la situó por encima del techo que contempla el rango meta establecido por el Banco Central.

El problema es que dicha cifra podría ser incluso más alta al término de este año. ¿La razón? Precisamente, la presión derivada de nuevos aumentos en los valores del crudo debido a la inestabilidad política que sigue latente en Medio Oriente.

En el plano local, a su vez, podrían sumarse los efectos de segunda vuelta de la inflación ya verificada, así como incrementos de precios en el sector de la energía y algunos derivados de que la economía ya opera a plena capacidad.

De corroborarse el cuadro anterior, lógicamente podría demorar aún más el regreso de la inflación al cuadro entendido como deseable, el que no se observa desde 2006. En el cuadro delineado ayer por el instituto emisor, de hecho, la variación anual del IPC volverá a ubicarse dentro del rango de tolerancia durante el segundo trimestre de 2012 para instalarse en 3% a fines de ese año. 
Dado este análisis, es evidente que el instituto emisor no cejará en su proceso de normalización de la tasa de interés de política monetaria. Aún más, las estimaciones mayoritarias apuntan a que este mes repetirá un alza del tipo rector de 50 puntos base.

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