Editorial

La transparencia de la Convención Constituyente

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l trabajo de la Convención Constituyente, cuya sesión inaugural será el próximo 4 de julio, lógicamente estará en el centro de la atención nacional, y dado su carácter inédito, enfrentará el desafío de hacerlo todo por primera vez. Y deberá hacerlo, necesariamente, con grados de transparencia y probidad que den garantías sobre la legitimidad del texto constitucional que los convencionales van a acordar.

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Ese requisito de transparencia demanda la participación de otros actores, como describió una nota en nuestra edición de ayer. Así, son varias las entidades que hace un tiempo trabajan en mecanismos que avalen la probidad y transparencia del proceso que conducirá la convención, y que también participarán con propuestas de contenido en la discusión constitucional, como Chile Transparente y el Centro de Estudios Públicos, como dos de las más conocidas.

Así, parte del esfuerzo de estas terceras partes consistirá aportar insumos para la reflexión y el debate, por ejemplo, con antecedentes de otras constituciones sobre las materias que trate la convención, y con análisis constitucionales sobre las bases de la carta fundamental en ámbitos como sistema político, derechos, rol del Estado y otros. Pero otra dimensión clave será la fiscalización del trabajo de la convención como tal, en términos del reglamento bajo el que deberá operar, de las exigencias a los propios convencionales en temas como conflicto de interés o declaración de patrimonio, y del seguimiento de la labor que se vaya desarrollando en los próximos meses.

Estas y otras áreas van a estar bajo el escrutinio de diversas instituciones como las señaladas, así como también en la mira de la ciudadanía. Está muy bien que así sea. Si el objetivo de la convención será producir una Constitución “de todos los chilenos”, corresponde que su labor se haga a la vista de todos y cumpliendo exigencias a la altura de ese desafío. La forma en que se defina el reglamento que normará el trabajo de los convencionales será instrumental para lo que venga después.

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