Opinión

Tribuna libre

Antonino Castellucci

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Me motiva a escribir este artículo varias razones. Una de ellas -tal vez la primera- fue verificar que cuando suceden crisis de cualquier origen que pueda afectar la cuenta de resultados de una empresa, muchos (por suerte, no todos) se plantean la necesidad de suspender, reducir o anular inversiones o recursos que antes asignaban a temas relativos a RS. Esto sucedió y lo hemos visto en Chile, tanto durante la crisis financiera de fines de 2008 y mitad de 2009, como luego con el terremoto. 


Me pregunto, ¿No debería ser al revés?¿No habrá que ser tan o más responsables que antes?
La segunda motivación la encontré leyendo un periódico en Buenos Aires a finales de noviembre del año pasado, donde se daba cuenta que un empresario argentino está siendo considerado por el Vaticano para ser canonizado. Se trata de Enrique Shaw.

Otra de la razones fue el fallecimiento de Don Eugenio Heiremans, quién nos dejó a finales del año pasado, lo que me motivó a conocer sobre su obra, especialmente, en materia de RS.

Otra motivación la encontré en un encuentro con Roberto Fantuzzi también a finales de 2010 para conversar sobre varios temas, y también sobre la RS de las empresas y las personas.

¿Qué me pasó -o pasa- con las historias de estos tres destacados empresarios? El caso de Enrique Shaw nos demuestra la sensibilidad social y responsable de un empresario para con sus trabajadores. Shaw fue directivo de Cristalerías Rigalleau en Argentina, miembro de varias representaciones empresariales. Participó activamente en la formulación parlamentaria de leyes laborales para mejorar las condiciones de trabajo y beneficios para sus colaboradores. Sostenía en sus discursos que “...ser patrón no es un privilegio, sino una función”. A los 41 años, enfermo de cáncer se presentaron al hospital todos sus trabajadores para donar sangre.

Los Fantuzzi´s son gratamente recordados por sus productos, pero también por su calidad humana. Prueba de ello, se recuerda que durante una severa crisis financiera y ante la recesión económica chilena que redujo drásticamente sus ventas, los Fantuzzi´s mantuvieron todos los puestos de trabajo cumpliendo con el pago de los sueldos respectivos a todos sus colaboradores. 
Don Eugenio Heiremans dejó con su obra una cantidad importante de buenas prácticas relativas a la RS, particularmente en la ACHS, y especialmente el célebre “Balance Social”, imponiendo una manera diferente de gerenciar una empresa, con las personas en primer lugar.

Por lo tanto, el común denominador de estas tres notables personas del mundo empresarial radica en el convencimiento natural que tienen o tuvieron sobre la responsabilidad social, en este caso para con sus colaboradores, no existiendo razones -internas o externas-que pudieran obstaculizar sus respectivas visiones.

¿Será que cuando se nace y se la tiene en el ADN, la RS resulta más fácil?… ¿Será eso lo que marca la diferencia entre el discurso y la acción?
El que las empresas tengan la RS en su ADN, sin duda, marca una diferencia entre el discurso y la acción, ya que hoy en día no sólo vale PARECER sino que hay que SER. ¿Y cómo lograrlo? Implementando un modelo de RSE integral y coherente en -y con- el negocio, el cual debe ser evaluado de manera constante para ir registrando el progreso y definir estrategias de mejoramiento continuo. En el caso de AVN, por ejemplo, hemos implementado hace más de 5 años la metodología del Ranking Nacional de Responsabilidad Social Empresarial PROhumana, el cual sin duda nos ha permitido ir evaluando nuestras fortalezas y debilidades, para transformarlas en desafíos de mejora.

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