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DF Conexión a China | Se tambalea la Iniciativa de la Franja y la Ruta

JAMES KYNGE© 2023 The Financial Times Ltd.

Por: JAMES KYNGE© 2023 The Financial Times Ltd. | Publicado: Martes 4 de abril de 2023 a las 04:00 hrs.
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China ha ampliado considerablemente sus préstamos de rescate a la vez que su Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés) se tambalea tras una serie de condonaciones de deuda, proyectos plagados de escándalos y acusaciones de corrupción.

Un estudio publicado la semana pasada muestra que China les concedió préstamos de rescate por valor de US$ 104 mil millones a países en desarrollo entre 2019 y finales de 2021. La cifra de estos años es casi tan grande como los préstamos de rescate del país en las dos décadas anteriores.

“Un nuevo estudio intenta presentar el total de préstamos de rescate del mayor acreedor bilateral del mundo, que se niega a participar en los programas multilaterales de resolución de la deuda”.

El estudio realizado por investigadores de AidData, el Banco Mundial, la Escuela Harvard Kennedy y el Kiel Institute for the World Economy es el primer intento conocido de presentar el total de préstamos de rescate chinos a escala mundial. Entre 2000 y finales de 2021, China realizó 128 operaciones de rescate en 22 países deudores por un valor total de US$ 240 mil millones.

El ascenso de China como “entidad crediticia de última instancia” de gran influencia plantea retos críticos para las instituciones dirigidas por Occidente, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que han intentado salvaguardar la estabilidad financiera mundial desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

“La arquitectura financiera mundial es cada vez menos coherente, menos institucionalizada y menos transparente”, dice Brad Parks, director ejecutivo de AidData en William & Mary en EEUU. “Beijing ha creado un nuevo sistema mundial de préstamos de rescate transfronterizos, pero lo ha hecho de forma opaca y descoordinada”.

La subida de las tasas de interés a nivel mundial y la fuerte apreciación del dólar han suscitado inquietud sobre la capacidad de los países en desarrollo para pagarles a sus acreedores. Varios soberanos se han visto en apuros, y a la falta de coordinación entre los acreedores se le achaca la prolongación de algunas crisis.

El presidente de Sri Lanka, Ranil Wickremesinghe, les pidió la semana pasada a China y a otros acreedores que llegaran rápidamente a un compromiso sobre la reestructuración de la deuda, después de que el FMI aprobó un programa de préstamo de US$ 3 mil millones a cuatro años para su nación.

China se ha negado a participar en los programas multilaterales de resolución de la deuda a pesar de ser miembro del FMI. Ghana, Pakistán y otros deudores problemáticos que deben grandes cantidades a China están observando de cerca el ejemplo de Sri Lanka.

“El enfoque estrictamente bilateral de China ha dificultado la coordinación de las actividades de las principales entidades crediticias de emergencia”, dijo Parks.

Varios de los 22 países a los que China les ha concedido préstamos de rescate —entre ellos Argentina, Bielorrusia, Ecuador, Egipto, Laos, Mongolia, Pakistán, Surinam, Sri Lanka, Turquía, Ucrania y Venezuela— son también receptores de ayudas del FMI.

Sin embargo, hay grandes diferencias entre los programas del FMI y los rescates chinos. Una es que el dinero chino no es barato. “Un préstamo de rescate típico del FMI conlleva una tasa de interés del 2%”, dice el estudio. “La tasa de interés promedio de un préstamo de rescate chino es del 5%”.

Beijing tampoco les ofrece rescates a todos los prestatarios de la Iniciativa de la Franja y la Ruta en apuros. Los grandes receptores de financiación de la BRI, que representan un importante riesgo de balance para los bancos chinos, tienen más probabilidades de recibir ayuda de emergencia.

“En última instancia, Beijing está intentando rescatar a sus propios bancos. Por eso se ha metido en el arriesgado negocio de los préstamos de rescate internacionales”, dice Carmen Reinhart, profesora de la Escuela Harvard Kennedy y execonomista principal del Grupo del Banco Mundial.

Los préstamos de China se conceden de dos maneras. La primera es a través de un mecanismo de línea de intercambio, o “línea de swap”, por el que el Banco Popular de China (BPC), el banco central, desembolsa renminbi a cambio de moneda nacional. De este modo se desembolsaron unos US$ 170 mil millones. La segunda es mediante el apoyo directo a la balanza de pagos, con US$ 70 mil millones comprometidos, en su mayoría procedentes de bancos estatales chinos.

La BRI es el mayor programa transnacional de infraestructuras de la historia. El American Enterprise Institute, un grupo de expertos con sede en Washington, ha calculado en US$ 838 mil millones el valor de los proyectos de infraestructuras y otras transacciones encabezadas por China y clasificadas como parte de la BRI entre 2013 y finales de 2021.

El auge de rescates revela deficiencias en el diseño de un plan descrito por el líder chino Xi Jinping como “el proyecto del siglo”.

Según Christoph Trebesch, del Instituto de Kiel, uno de los problemas fue que las entidades crediticias chinas “entraron en muchos países que resultaron tener problemas especialmente graves”. Otras deficiencias se derivaron de la escasez de estudios de viabilidad y de una falta general de transparencia, según el estudio.

La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mao Ning, respondió el martes a las críticas sobre sus prácticas en materia de préstamos al extranjero diciéndoles a los reporteros en Beijing que China había firmado acuerdos de financiación con países en desarrollo “basados en los principios de apertura y transparencia”. Añadió que China “nunca ha obligado a los países a aceptar sus préstamos, ni ha puesto condiciones políticas a dichos acuerdos”.

Varios proyectos se convirtieron en causa célebre de cómo no realizar préstamos para el desarrollo. La infame “carretera a ninguna parte” de Montenegro, valorada en US$ 1 mil millones, sigue sin terminarse y ha sufrido varias acusaciones de corrupción, retrasos en la construcción y problemas medioambientales.

Los proyectos superfluos y caros como el puerto de Hambantota y la Torre Lotus de Sri Lanka se consideran síntomas de la crisis de la deuda del país. También en Ecuador se han encontrado más de 7.600 grietas en la presa hidroeléctrica Coca Codo Sinclair construida por contratistas chinos cerca de un volcán activo.

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