Sorpresa reconoció el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alfredo Moreno, ante el resultado de la elección presidencial que dejó instalados en a segunda vuelta al candidato de Chile Vamos, Sebastián Piñera, y al representante de los partidos progresistas de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier.
Dos aspectos centraron su atención: el porcentaje algo más bajo de lo previsto por las encuestas que obtuvo el expresidente y el 20% de sufragios conseguidos por la carta del Frente Amplio, Beatriz Sánchez.
Lo anterior, comenta, “en un marco que se entendía que se trata de la definición más importante después de la del año 1990, pues “por alguna razón -reflexiona- se puso en cuestión lo que Chile hizo en los últimos 30 años”.
- ¿Cómo se explica que Piñera no haya superado el 40% a pesar de lo que vaticinaban las encuestas?
- Hay una parte que se debe a José Antonio Kast, que también está más alto de lo previsto; y otra parte que es simplemente que el resultado fue menor a lo que se previó en las encuestas.
Las encuestas en materia política desde hace un tiempo en todos los países han fallado enormemente. En todos ha sido más difícil evaluar qué es lo que piensa la gente.
En el caso chileno, además, tenemos muchos cambios: votación voluntaria, en el tema senatorial tenemos proporcionalidad, muchos métodos diferentes.
Pero, en lo grueso, las mismas dos personas que se esperaba pasaron a segunda vuelta y con estas modificaciones vamos a ver cómo influyen sobre la segunda vuelta.
Yo lo veo un escenario muy parecido al del año 2009. En esa época ganó Piñera en primera vuelta sobre Frei. Todavía un Marco Enríquez Ominami con un porcentaje muy alto, muy parecido al del Frente Amplio de hoy, y luego terminó en triunfo de Piñera.
- ¿Qué le parece esta arremetida del Frente Amplio?
- Se parece más a lo que decían las encuestas hace unos meses, después tuvo un declive muy grande, entonces uno compara con lo que está diciendo hoy. Yo creo que básicamente lo que está detrás es que ha habido un derrumbe enorme de lo que era la Nueva Mayoría.
La Nueva Mayoría que eligió una Presidenta con un porcentaje altísimo hace cuatro años, hoy saca un porcentaje levemente por sobre el 20%. Entonces, ese es el cambio más grande. No mirando encuesta contra elección sino que mirando lo que ocurrió hace cuatro años comparado con hoy, lo que tenemos es una Nueva Mayoría entre la mitad y un tercio de lo que era.
- ¿Se ve claramente una derrota de la Nueva Mayoría?
- La Nueva Mayoría aparece muy debilitada. No comparada con las encuestas, pero si uno mira lo que le ha pasado en estos cuatros años básicamente ha llegado a ser una caída inmensa y en todo ese período ha surgido este Frente Amplio que hoy ha creado todo un nuevo sector que veremos cómo se consolida.
- ¿La gestión de la Presidenta Bachelet y su programa reformista fue la causa de este resultado?
- Creo que sin duda esas cosas influyen, pero también hay procesos mucho más largos en que de alguna manera hay una desconexión con todo lo que esa misma agrupación logró hacer durante varias décadas en Chile donde obtuvo mucho éxito en muchas materias.
- De cara a la segunda vuelta ¿ve que está claro quién será el nuevo presidente del país?
- Creo que hay probabilidades. Creo que las probabilidades están a favor de Piñera, pero queda un mes de campaña, donde seguramente va a haber muchos esfuerzos y hay que poner mucha inteligencia en las dos campañas para saber quién va a ser el nuevo presidente de Chile. Pero me parece que los elementos apuntan a una cosa similar a lo que pasó el año 2009.
- ¿Pero el escenario está claro?
- Siempre que hay una segunda vuelta hay incertidumbre. Creo que esta es una incertidumbre más grande de la que daban las encuestas, pero creo que todavía hay un candidato con mayores probabilidades que los otros, pero va a ser un mes de competencia intensa.
- ¿Qué le parece el 5% conseguido por Carolina Goic? ¿En qué posición queda la Democracia Cristiana?
- Ha estado en el límite inferior de lo que decían las encuestas, pero básicamente creo que la Democracia Cristiana está iniciando un nuevo camino. Ellos tienen que evaluar, no sé si se pueda solamente evaluar por lo que ha pasado en este momento. Me parece que este es un trayecto que hace mucho tiempo que se viene dando. La DC está buscando cómo tiene que recomponerse hacia el futuro.
Piñera, más hacia el centro
- ¿Cuál es el discurso que tiene que primar en esta segunda vuelta?
- Los dos tienen elementos que son distintos. En el caso de Sebastián Piñera tiene que ganar más espacio aún en el centro a pesar que creo que va a recibir el respaldo prácticamente unánime de quienes apoyan a José Antonio Kast, pero tiene que buscar más personas en el centro.
En cambio, en el caso de Guillier, va a tener un problema mucho más serio porque tiene que captar el centro y, al mismo tiempo, entenderse en una larga cola hacia la izquierda y que además son muy diversos.
Va a tener un escenario más difícil de medir cuál es el lenguaje que va a tener, pero espero que los candidatos sobre todo piensen en el futuro del país y en lo que es mejor para Chile y cuáles son las políticas que hay que seguir hacia adelante que además las formulen claramente. para que la gente sepa –ahora sí con dos candidatos- realmente cuáles son las opciones que tiene al frente.
- ¿Un triunfo de Piñera se debe leer como voto de castigo para el gobierno y sus reformas?
- No le llamaría a ninguna elección de ningún candidato un voto de castigo, pero creo que hay distintas opciones y creo que si hay algo que los chilenos hemos aprendido en las últimas décadas es que dependiendo de las políticas públicas que se implementen es cuál es el resultado de lo que tiene el país. La elección es una elección importante y que obviamente no da lo mismo.
- ¿Cómo evalúa el tono y contenido de lo que fue la campaña?
- En general, hemos tenido una campaña un poco atípica porque con las nuevas normas ha habido un tiempo más breve de campaña, ha habido un gasto más pequeño, mucho menos publicidad, hay además elección de presidente, de senadores, diputados, Cores. Pienso que la ley que se hizo tenía una buena intención, pero a lo mejor fue demasiado, se llegó a un extremo. Entonces creo que hemos tenido una campaña de un tono bajo a pesar de que evidentemente es una elección muy importante, pero creo que desde el punto de vista de la ciudadanía la campaña propiamente tal ha sido poco visible comparativamente.
- ¿Cuál será la agenda del empresariado en un nuevo gobierno?
- Obviamente, depende de las ideas y a lo que lleve la combinación de gobierno y Parlamento que salga elegido. Pero a nosotros nos interesa todas aquellas cosas que permitan que las empresas hagan lo que saben hacer que es invertir, producir, generar empleo, mejorar las oportunidades de las personas, en la medida en que podamos apuntalar y crear un optimismo respecto al futuro del país que vamos a tener un crecimiento, que el trabajo de las empresas y los emprendedores es valorado. Y, por el contrario, aquellas cosas que hagan con más trabas y con más dificultades, intentaremos hacer notar cuáles son de manera tal que se puedan superar.
- Considerando que estamos al final de un gobierno, ¿qué tan urgente es recuperar las confianzas?
- El peor error sería que pensáramos que porque tenemos otro gobierno, el problema de las confianzas se ha modificado, no se ha modificado en nada. Esto no tiene que ver con qué gobierno tenemos. Aquí tenemos un problema entre la ciudadanía y las instituciones.
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