Nuevo gobierno debería bajar ritmo de gasto a la mitad para evitar un mayor deterioro fiscal

El lunes comenzó oficialmente la tramitación de la ley de Presupuestos 2018. El puntapié inicial lo dio el ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, en la mañana con la presentación del Estado de la Hacienda Pública, mientras que en la tarde el director de Presupuestos, Sergio Granados, cerró la jornada al presentar el Informe de Finanzas Públicas.

Justamente, en este último reporte la Dirección de Presupuestos (Dipres) dio cuenta de uno de los temas que cruzarán el debate presupuestario: la mochila financiera que dejará la actual administración a la que asumirá en marzo.

Tomando en consideración el nivel de gasto comprometido en el largo plazo y el supuesto de que la próxima administración seguirá una senda de reducción de 0,25 punto por año del déficit estructural, el documento de la Dipres señala que como tope el gasto público podría crecer 2,7% promedio entre 2019 y 2021.

En este escenario, se asume holguras del Fisco por US$ 2.307 millones entre 2019 y 2021. O sea, que dicha cifra es el espacio de gasto comprometido coherente con la meta fiscal.

De cumplirse, el gasto público -asumiendo el 3,9% de alza propuesta por el Ejecutivo para 2018- se expandiría 3% en la siguiente administración,casi la mitad de la que se registraría en la actual (5,5%).

Dipres calcula un cuadro alternativo para el gasto en el período, suponiendo que la próxima administración mantiene el déficit estructural de 1,5%. En este caso, las holguras llegarían a unos US$ 7.500 millones, con lo que el aparato estatal podría expandirse 3,8% en el período 2019-2021. (ver gráfico).

El diputado de la UDI, Ernesto Silva, ve con “preocupación” estas proyecciones, enfatizando que “el espacio de maniobra para el próximo gobierno será nulo”.

“No se entiende cómo el gobierno pasa de un año a otro de holguras negativas por US$ 1.700 millones a positivas por US$ 2.300 millones. Vamos a pedir más información sobre este tema”, dijo.

Su par de la Democracia Cristiana, Pablo Lorenzini, reconoció que el gobierno dejará un nivel de gasto “atado”, pero puso paños fríos. “Hay millonarios montos de libre disposición que quedarán para el próximo gobierno y holguras fiscales importantes. A eso hay que agregarle las facultades de reasignar recursos, por lo que ese escenario es solo teórico”, afirmó.

La economista de LyD, Carolina Grünwald, planteó que le llama “profundamente” la atención que en la actual administración el gasto crecerá el triple que el PIB (5,5% versus 1,8%), mientras que en los próximos cuatro años el erario se expandiría 3% y el Producto 3,3%.

El diputado UDI, Felipe de Mussy, puso el acento en que “al final del día, el gobierno está condicionando el espacio de acción de la próxima administración a la recuperación de la economía”.

Gastos comprometidos

En el mismo reporte, la Dipres reveló los gastos comprometidos en dos líneas relevantes: los programas del gobierno anterior en ejecución y los propuestos por la actual administración entre 2014 y 2019.

Así, el reporte da cuenta de que los gastos programáticos del actual gobierno para los próximos cuatro años triplicarán a los de la administración previa: US$ 33.290 millones versus US$ 10.538 millones.

Mientras que en el mismo lapso el gasto comprometido por los proyectos de ley en trámite y en estudio ascenderá a unos US$ 4.600 millones.

BBVA: se "desaprovechó oportunidad" para reforzar responsabilidad del Fisco

Como un Presupuesto "más expansivo" de lo esperado, en el que el gobierno "desaprovecha" la oportunidad de "reforzar" su compromiso con la responsabilidad fiscal. Así definió BBVA Research el erario del próximo año.

La unidad de estudios del banco de capitales españoles afirmó que tanto para el actual ejercicio como para el próximo "se podría haber hecho un esfuerzo adicional de austeridad", dados los mayores ingresos que tendrá el Fisco.

"Esto hubiese sido deseable dado el deterioro de la situación fiscal de los últimos años", plantea el reporte. En esta línea, BBVA asegura que este año se podría haber "evitado" un mayor crecimiento del gasto (que pasa de 4% a 4,6% tras los ajustes de Hacienda), mientras que se podría haber "acelerado" la convergencia al balance estructural el próximo año.

"Pero la autoridad -aunque estando en su derecho dados los espacios entregados por la regla- decidió no hacer ni lo uno ni lo otro, perdiendo una oportunidad única de dar una señal clara de compromiso con la responsabilidad fiscal", afirmó el estudio, firmado por los economistas Jorge Selaive, Hermann González, Waldo Riveras y Cristóbal Gamboni.

En su análisis, el banco advierte de una "extraña obsesión" con el 3%, señalando que hace un año el mercado "celebraba" que el gasto creciera menos de 3% en el Presupuesto 2017, y que hoy "mira con preocupación" que la cifra sea mayor al 3%.

"No hay razones objetivas para que el gasto público tenga que crecer en torno a 3%. Cuestionar el número equivale a cuestionar la forma como, en el marco de la institucionalidad fiscal vigente, se determinan los espacios de gasto público", criticó BBVA.

Respecto al techo del endeudamiento autorizado para 2018, que Hacienda fijó en US$ 9.500 millones -US$ 2.000 millones menos respecto a este año-, BBVA explicó que la menor carga se debe a las "mejores" perspectivas de ingresos públicos, los que "como es habitual están rodeados de gran incertidumbre".

La entidad financiera recalcó que el gasto público debiera crecer no más de 2,9% en lo que queda del año para alcanzar la meta de expansión esperada por Hacienda, en vista de que entre enero y agosto el erario se expande 5,6%, "marcadamente superior a lo observado el 2016 (3,8%)".