El viernes 18 de octubre, Antonio Walker estaba retornando de una visita ministerial a regiones cuando se encontró de lleno con el estallido social en la capital. "Fue una sorpresa para todos, para nosotros también. Ha sorprendido esta tremenda violencia, pero esto que está pasando es una interpelación a la elite, a los políticos, a los empresarios y a las instituciones. Tenemos que ser súper humildes al reconocer en que nos demoramos tanto en darnos cuenta... después de estas tres semanas, tenemos que ver cómo salir de esto", dice el ministro.
De lo que sí está claro, es que "la salida incorpora una nueva agenda social y política, además de un nuevo diálogo sumamente sincero que no ponga en riesgo a la democracia, las instituciones y los valores republicanos".
-¿Cuál es el análisis que hace de la situación?
-He tenido muchas reuniones con exministros de Agricultura, con alcaldes de Coquimbo y La Araucanía. Ahora voy a Los Lagos y luego al Maule. La pregunta que me he hecho es en qué parte del camino nos perdimos, porque creo que eso marcará el punto exacto donde es necesario desandar. Y creo que eso sucedió cuando nos creímos el cuento, cuando pusimos el piloto automático y nos sentimos ganadores, los jaguares de América Latina. Nos olvidamos que un país se construye todos los días y que tenía que haber un equilibrio entre lo social, lo económico y lo político.
Entonces, tenemos que desandar en el tramo que nos perdimos, no desandar todo el camino, porque hay que partir reconociendo que el país ha tenido muchos progresos en los 30 años.
- A casi un mes, ¿cree que el Presidente Piñera ha tenido la capacidad suficiente para entender lo que está exigiendo la ciudadanía?
- Todos estamos desconcertados, muy conmocionados e impresionados con lo que ocurrió. También hemos visto la reacción de los políticos, hemos visto quién es quién. Y creo que el Presidente le dio en el clavo el martes, cuando dice "le propongo al país lograr un gran acuerdo nacional por la paz, por la justicia y por la nueva Constitución". Hay que valorar el tremendo gesto de humildad que hace, porque era muy tentador otro Estado de excepción, porque hay gente que está sufriendo mucho. Se está hablando de más de US$ 1.000 millones en destrucción. Entonces ahora se forma una nueva agenda política que incluye una nueva Constitución, que no estaba en nuestro programa de gobierno. Después de tres semanas es primera vez que veo la luz al fondo del túnel.
-¿Cómo ve el sector esta nueva agenda de la Constitución?
-A unos sectores les ha costado más que a otros, porque algunos lo clamaba, otro se resistían. Pero aquí viene la generosidad, este es un diálogo verdadero donde todos tenemos que ceder, tanto los que no quería una nueva Constitución, como los que sólo querían de hacerlo de una forma. A los gremios yo los he visto abiertos.
-En una columna de Carlos Peña se hablaba de una derrota muy dura para el gobierno...
-Solo podría decir que el partido no ha terminado. Estamos empezando una nueva etapa del partido y si esto lo hacemos bien, puede terminar muy bien.
-¿Cómo está funcionando el sector agrícola?
-Nosotros como sector agrícola tenemos grandes oportunidades, porque el mundo demanda más alimentos, con menos agua y tierra. Por eso, que la agricultura funcione puede ser un factor importante para que no se produzca este "chantón" económico, porque no hay duda que Chile es más pobre que hace tres semanas atrás. Nosotros tenemos un rol, porque dependemos de factores externos –como el tipo de cambio o acuerdo China-EEUU-, por eso nuestra preocupación ha estado en asegurar la cadena logística. Los puertos están funcionando, intermitentemente, pero funcionando por el diálogo de los concesionarios con sus trabajadores.
-¿No ha perdido empleo el sector agrícola?
-No, el sector agrícola nunca dejó de trabajar durante el estallido social. La asistencia fue de 99,9%. A las grandes ciudades de Chile nunca le faltó alimento, donde las 1.100 ferias libres y mercados mayoristas jugaron un rol clave.
Reforma al Código de Aguas
-¿Cómo se convive en la discusión constitucional con el de proyectos como el cambio al Código de Aguas?
-El agua es uno de los grandes desafíos del sector. Es el principal cuello de botella que tenemos para aprovechar las oportunidades, dada la sequía es la más grande de la historia de Chile, que ya ha tenido primeros efectos como la muerte de 90 mil cabezas de ganado entre Atacama y Coquimbo, pero ahora debemos asegurar el agua para regar miles de hectáreas. Esto puede ser muy grave, si no tenemos agua para regar.
Por eso, lo primero que tenemos que hacer aquí en un año de emergencia hídrica es tener un nuevo cuidado y gestión del agua, tecnificando el riego, porque la agricultura utiliza el 75% del agua del país. ¿Para qué la usamos? Para producir alimentos, no para especular.
Por eso una nueva institucionalidad del agua es muy importante, que estamos trabajando en la Mesa Nacional del Agua, donde todos los sectores políticos haremos una propuesta al Presidente en los próximos 30 días.
-Así como la nueva Constitución va a cambiar la materia legislativa, hay temas importantes en discusión, especialmente el Código de Agua...
- El Código de Aguas está en la comisión de Agricultura del Senado y nuestra postura para este rayado de cancha es que el consumo humano sea prioridad siempre. El agua es un bien nacional de uso público y eso no puede cambiar. Nadie es dueño del agua. Chile es dueño del agua. Segundo, no a la especulación, llevando las patentes a los niveles más altos que sean necesarios. Y tercero, que este rayado de cancha de confianza a todo el mundo. Yo tengo la confianza que con el tono y forma que le dio el ministro Alfredo Moreno vamos a llegar a un acuerdo en el Senado y también he visto una apertura de los agricultores de abrirse a la propuesta del otro. He visto una apertura en decir pongámonos de acuerdo en que el agua alcance para todos, la tenga el que la ocupa y terminemos con la especulación.
-¿Usted ha visto disposición en el Senado?
-En esto todos hemos aprendido. Creo que la discusión en el Senado, que está llevando el ministro Moreno, se está dando con mucho sentido común, está muy despolitizada. Espero tengamos muy buenas noticias.
-Pero usted cree que el tema constitucional va a interferir en esto, porque va a volver a surgir...
-Yo puedo hablar por ministerio: queremos que el agua alcance para todos, con la mayor justicia posible para administrar el agua y que nunca más tengamos una señora que está al otro lado del cerco de un predio y que no tenga agua potable para ella, pero el predio sí para regar. Estamos en un nuevo escenario.
- Algunas fundaciones lo han criticado por tener derechos de agua, ¿cree que habría conflicto de interés en este tema?
-Estoy en el Ministerio de Agricultura porque llevo 30 años entre O'Higgins y Maule Norte haciendo agricultura y sí, soy socio minoritario de algunas sociedades que tienen derechos de agua, ¿para qué? para regar los árboles que ha plantado para producir manzana, peras y cerezas. Es que lo que yo he dedicado toda mi vida. No tengo más agua que la que tienen esas sociedades. Creo que no hay conflicto de interés. Es como que un médico no pudiera ser ministro de Salud o un profesor ministro de Educación...
- ¿No lo inhabilita en la discusión...?
- Es que yo no participo en la discusión, porque esto lo lleva el MOP y los senadores de Chile.
- En este marco de entendimiento en temas tributarios encabezados por el ministro Ignacio Briones, ¿está creando un esquema donde se puede llegar a acuerdos en discusiones pendientes?
- Es un tremendo ejemplo. Yo diría la ruta a seguir, muy simbólico, porque miren lo distante que están las posturas hace tres semanas y hoy ya hay un acuerdo tributario. Ese es el camino.
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