La influencia del ex líder del Partido Comunista Chino (PCC), Jiang Zemin, podría opacar a la del actual secretario general Hu Jintao en la próxima década a medida que la nueva alineación del liderazgo chino comienza a tomar forma.
El PCC anunciará su recambio -que realiza una vez cada diez años- en su 18mo congreso, en unas pocas semanas. Aunque nunca se discute públicamente, la elite política del país ha pasado la mayor parte del año en una guerra sucia, construyendo alianzas y haciendo lobby.
Ahora, las cosas comienzan a calmarse. Aunque faltan los últimos toques, el partido está listo para presentar un nuevo equipo de responsables, quienes enfrentarán la difícil tarea de conducir al país a un camino más sustentable.
El número de miembros del Comité Permanente de Poliburó será reducido de nueve a siete, comentaron las fuentes, en una acción diseñada para hacer al importante cuerpo de toma de decisiones más eficiente, menos estancado por intereses y más inclinado a reformas más importantes.
La formación es ahora casi segura. Inmediatamente después de la caída del peso pesado y miembro de la “realeza” política, Bo Xilai, muchos analistas lo vieron como una victoria para la facción de Hu. Pero el equilibrio de poder ahora parece estar inclinándose hacia el lado de Jiang. La naturaleza volátil de la política china, sin embargo, significa que nada está decidido.
El vicepresidente Xi Jinping y el vice premier Li Keqiang, que ya son miembros del Comité Permanente del Politburó, reemplazarán a Hu, también presidente del Estado, y al premier, Wen Jiabao, respectivamente.
Se pronostica que el jefe del partido en Shangai, Yu Zhengsheng, conocido por sus sólidas conexiones y por ser hábil manejando relaciones complejas, asumirá como presidente de Congreso Nacional del Pueblo.
Círculo de confianza
Zhang Dejiang, aliado de confianza de Jiang, que fue catapultado a Chongqing tras la caída de Bo, encabezará la Conferencia Consultativa Política del Pueblo Chino, reemplazando a Jia Qinglin, otro cercano de Jiang.
Zhang, ex jefe de partido en Guangdong, es recordado por la mayoría de los hongkoneses por ser muy conservador. Es conocido como “señor confiable” en la política china.
Li Yuanchao, encargado del poderoso Departamento de Organización, será vicepresidente, lo que lo deja a cargo de los asuntos de Hong Kong y Macao.
El vice premier, Wang Qishan, cuya experiencia en finanzas y economía es indispensable, asumirá la sexta posición.
Eso deja el último escaño para el secretario de partido de Guangdong, Wang Yang; su contraparte de Tianjin, Zhang Gaoli; o el jefe de propaganda, Liu Yunshan.
Al contrario de lo que han especulados algunos medios extranjeros, es probable que Zhang surja como ganador. Wang, de 57 años, relativamente joven para el partido, vería sus posibilidades afectadas por su edad.
Esta formación significará que Hu contará sólo con Li Keqiang como un aliado de confianza en el poder. Wang Qishan, Yu, Zhang Dejiang y Zhang Gaoli, están todos estrechamente ligados a Jiang, mientras que Li Yuachao se mueve fácilmente entre todas las facciones.
Hu se alejaría así del centro del poder, ya que deseoso de preservar la integridad institucional del partido, quiere sentar un buen precedente.
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