Trump necesita el voto femenino, pero no tolera a mujeres fuertes

Hillary Clinton debería estar celebrando. La decisión de Donald Trump de boicotear el debate de Fox News obedece supuestamente a un tema de ratings. ¿Cómo puede la red por cable ganar dinero sin la ayuda de la celebridad? Trump podría probar su punto cuando se publiquen los números del rating.

Pero cambiar de canal no es lo mismo que entrar en una cabina de votación. Más de la mitad de los electores de Estados Unidos es de sexo femenino; representaron el 53% de los votos en las últimas elecciones. Incluso los más apáticos ya habrán oído hablar de las opiniones de Trump sobre Megyn Kelly, la conductora de Fox, co anfitriona del debate. Kelly es una “barbie”, según Trump, incapaz de ser objetiva cuando hay “sangre saliendo de su lo que sea”.

Trump cree que el ciclo menstrual es un handicap. También le desagradan otras funciones corporales femeninas. Cuando Clinton tomó un descanso para ir al baño en un reciente debate, Trump la describió como “repugnante”. Usó la misma palabra acerca de una abogada contraria en una audiencia en 2011 cuando pidió un descanso para extraerse leche materna. La apariencia es también un blanco fácil. Entre las atacadas por su apariencia están la actriz Bette Midler (“Muy poco atractiva”), Angelina Jolie (“Ha estado con tantos hombres que me hace ver como un bebé”), la figura mediática Arianna Huffington (“Poco atractiva por dentro y por fuera”) la candidata republicana Carly Fiorina (“Mira esa cara. ¿Alquien votarían por eso?”) y la comediante Rosie O’Donnell (“Cerda gorda”).

Nada de esto ha dañado los ratings de Trump. Ha centrado su llamado en los obreros, hombres republicanos. Para llegar a ser presidente de Estados Unidos, sin embargo, necesitará una mayor proporción del voto femenino (44%) que Mitt Romney, el candidato de 2012. Si su oponente fuera Hillary Clinton, su tarea sería más difícil. Como Megyn Kelly, Clinton es una rubia que le responde. Trump no responde bien a este tipo de mujeres.