El
presidente de EE.UU., Barack Obama, aseguró hoy que la economía del país
sufrirá un retroceso si el Congreso no aprueba el acuerdo impositivo que
alcanzó con los republicanos para prorrogar los recortes fiscales a los más
ricos a cambio de prorrogar los subsidios de desempleo.
En una
reunión con el Consejo de Exportaciones de la Casa Blanca, Obama aseguró que
"cada economista" con el que ha hablado o al que ha leído "en el
último par de días está de acuerdo en que este acuerdo alentará el crecimiento
económico en el próximo par de años y tiene el potencial de crear millones de
puestos de trabajo".
En cambio,
apuntó, si esta opción no se aprueba "ocurrirá todo lo contrario".
Entre otras cosas, señaló, "los estadounidenses recibirán salarios netos
más reducidos que tendrán como resultado menos empleos".
Por ello,
instó "a los legisladores en el Congreso a actuar ya para sacar adelante
esta prioridad esencial".
Desde que
se anunciara el acuerdo el pasado lunes, la Casa Blanca se ha visto obligada a
defender enérgicamente el texto, que cuenta con el apoyo de los republicanos
pero que ha recibido una lluvia de críticas por parte de las bases demócratas.
La medida
extiende durante dos años los recortes de impuestos que había aprobado la
Administración del presidente George W. Bush y que expiraban el día 31, y
prorroga los subsidios para los desempleados que comenzaron a vencerse la
semana pasada.
Representa
un giro en la política de Obama, que quería hacer permanentes los recortes de
impuestos para la clase media pero eliminarlos para aquellos que ganaran más de
250.000 dólares anuales, con el argumento de que mantener esas desgravaciones
para los más pudientes aumentaría el déficit fiscal.
El
mandatario estadounidense ha asegurado que aunque de momento apoyará la
prórroga para los más ricos como un mal menor, continuará la batalla para
eliminar esos recortes cuando expiren en 2012.
Aunque la
economía de EE.UU. ha comenzado a crecer, no lo hace al ritmo que las
autoridades esperaban y la creación de empleo no es suficiente para reducir de
modo significativo el índice de desempleo, que el mes pasado subió una décima
de punto porcentual para quedar en el 9,8 por ciento.