En 2019, el Grupo Fynsa, con presencia en los negocios de corredoras de bolsa y administradoras generales de fondos (AGF), entre otros, puso sus ojos en México. Sin embargo, los acercamientos fueron interrumpidos por la pandemia y se retomaron en abril de 2024, cuando lanzaron su primer fondo de inversión de deuda privada, de la mano de la fintech de préstamos automotrices Galgo.
El fondo invierte en una cartera créditos de entre US$ 1.500 y US$ 2.000 para la adquisición de motocicletas y de acuerdo con el líder de la operación de Fynsa en México, Cristián Rodríguez, el vehículo muestra "un retorno de 18% neto en pesos mexicanos, y está cercano a un tamaño de US$ 10 millones, con una inversión semilla de chilenos (US$ 4 millones) y el resto de inversionistas mexicanos”.
Según el ejecutivo, esta cifra podría crecer de la mano de apalancamiento al fondo con actores locales. Actualmente, Fynsa tiene cuatro contratos en proceso con inversionistas institucionales mexicanos para financiar esa estructura: CapitalBank, Altum Capital, Credit Saison, y DD3.
Nuevo fondo de energía solar
La apuesta de Fynsa por México no se detiene. Este año prepara el lanzamiento de su segundo fondo, esta vez, enfocado en infraestructura en paneles solares para la cadena manufacturera del país, potenciada por el alto consumo de la población.
“México tiene un consumo interno propio que mueve su propia economía, que hay que seguir alimentando, vistiendo y movilizando a los 130 millones de habitantes que tiene el país”, explicó.
Asimismo, Rodríguez restó importancia a los ruidos geopolíticos de Estados Unidos. “La dependencia a EEUU en inversión extranjera directa es de 35%, mientras que el 65% es del resto del mundo, y el Gobierno tiene el objetivo de reactivar sus 14 tratados de libre comercio con más de 50 países", destacó.
La oportunidad, de acuerdo con el ejecutivo, está en el suministro eléctrico. "El problema de México no es la generación de energía, sino la distribución, ya que hay solo una línea distribuidora que es estatal”, dijo.
Para tomar oportunidades dentro de este ecosistema, Fynsa prepara un nuevo fondo con la firma de soluciones para la generación de energía solar Lumina. “Busca sacar el riesgo de la transmisión para que proyectos industriales de la cadena productiva mexicana puedan generar su propia electricidad” a través de paneles solares, explicó.
De esta manera, el fondo financiará la instalación y administración por parte de Lumina, de contratos de suministro eléctrico independiente.
Actualmente, Fynsa se encuentra en periodo de estructuración del vehículo, con un roadshow para diferentes institucionales en México, como bancas de inversión, single y multifamily offices, y compañías de seguros. Por ahora, no se acudirá a las administradoras de pensiones mexicanas.
“Es un fondo con el que queremos llegar a US$ 50 millones durante tres años, en diferentes llamados de capital”, adelantó Rodríguez, y precisó que el primero será de US$ 10 millones.
Deuda privada
El ecosistema productivo también abrió el apetito por la deuda privada de Fynsa, que se encuentra planeando un eventual tercer fondo enfocado en las PYME mexicanas.
“Por ejemplo, en México está Ford como productora automotriz, y hay una montón de cadenas de servicios hacia atrás que tienen a esa compañía como pagadora, entonces se puede hacer factoring, créditos directos o confirming, siempre basado en un proveedor importante”, afirmó Rodríguez.
Adelantó que “estamos pensando en armar un un fondo de estrategia de deuda privada en México”, buscando asociarse con hasta tres gestores locales.
“México es un país muy grande, entonces, quizás vamos a buscar socios que tengan un expertise en los tres grandes centros industriales de México: Ciudad de México, Monterrey, o Guadalajara”, detalló.
Oportunidades en Perú
El camino transfronterizo de Fynsa comenzó junto con la década del 2010, cuando estableció su oficina en Perú dedicada principalmente a la intermediación financiera. Hoy, el foco está en potenciar ambas operaciones, apuntó el socio de Fynsa y presidente de la AGF de la firma, Cristián Donoso.
Los resultados de su primer fondo de deuda privada peruana, lanzado en 2016 y que cerró su cortina en pasado febrero, obtuvo “retornos cercanos a US$+10%”, destacó Donoso.
El vehículo invertía en deuda privada en distintos sectores, como turismo, manufactura o transporte, precisó.
Las oportunidades siguen en los activos de crédito privado. “Hemos trabajado en la estructuración de efectos de comercio y la intermediación de facturas” en Perú, añadió.
Para un eventual nuevo fondo, estos activos serían el principal foco. Sin embargo, para comenzar a delinear un nuevo vehículo dedicado al mercado peruano, están a la espera de conocer las reglas del juego de la nueva bolsa interconectada de nuam.
"Estamos en proceso de conversaciones con nuam para estar para ver cómo va a quedar la figura de los fondos públicos en este 'nuevo Mila', para ver si tiene los mismos atractivos o beneficios tributarios”, reveló.