En un comunicado oficial, Bankia informó la renuncia de Rodrigo Rato a la presidencia del grupo bancario español, conformado por Bankia, Caja Madrid y Banco Financiero y de Ahorros (BFA).
Rato, que asumió la presidencia de la caja madrileña tras la salida de Miguel Blesa, se va justo antes de que el Gobierno anuncie un plan de saneamiento de Bankia, que debería incluir la inyección de fondos públicos por unos 7.000 millones de euros, mediante la fórmula de los bonos contingentes convertibles (CoCos).
Rato anuncio a los medios de comunicación que presentará a la Junta de Accionistas que se celebra en los próximos días el nombramiento de José Ignacio Goirigolzarri, ex consejero delegado de BBVA, como consejero, para que después, los Consejos de Administración de Bankia y BFA le elijan como presidente, puesto que es "la persona más adecuada para liderar este proyecto en estos momentos".
Hace unos días, el Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó que una entidad española de gran tamaño, y con problemas para cumplir con las normas de provisiones y capital, debería mejorar su gestión y su gobierno corporativo. Se entendió que el mensaje del Fondo iba dirigido a Bankia, aunque sin nombrarla.
La salida de Rato, que en su comunicado reivindica los logros obtenidos con la entidad desde que la preside (entre ellos, la salida a Bolsa), facilita el trabajo del Ministerio de Economía. El hecho de que el presidente, al menos en las formas, haya dimitido, permite que la ayuda a Bankia no sea interpretada como una intervención, algo que sería inevitable si fuese el Gobierno a ordenar los cambios.
La llegada de Goirigolzarri supone la llegada a Bankia de un banquero con una extensa experiencia, especialmente en banca comercial, el principal negocio del grupo de Caja Madrid y Bancaja. El banquero dejó BBVA en septiembre de 2009, con una jubilación de 57 millones de euros.
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