Por Neil Buckley, Editor de Europa del Este
Ucrania respondió ayer los alegatos de que Yulia Tymoshenko, la ex primera ministra, había sido golpeada en la cárcel, publicando un informe diciendo que no había evidencia que respaldara sus acusaciones.
Renat Kuzmin, el vice fiscal general ucraniano, presentó el reporte de 16 páginas al Parlamento Europea en Bruselas, diciendo que estaba basado en el testimonio de 80 testigos y otros individuos involucrados en el traslado de Tymoshenko al hospital el 20 de abril. La que alguna vez fue la líder de la Revolución Naranja, dijo que la habían maltratado y que sufrió moretones en sus manos, de parte de guardias de prisión, cuando intentó oponer resistencia.
"El amplio rango de evidencia no testifica el alegato de que Y.Tymoshenko tuvo heridas corporales en el momento y en las circunstancias que ella asegura en su demanda", afirmó el texto. "Las declaraciones de Y. Tymoshenko son falsas y conducen a errores".
El reporte fue publicado a medida que Tymoshenko era trasladada a un hospital para tratamientos por un problema a su espalda bajo la supervisión de doctores alemanes y terminó una huelga de hambre que comenzó hace dos semanas, después de haber sido supuestamente golpeada.
Sus alegatos fueron una gran vergüenza para Kiev y ensombrecieron el co-patrocinio de Ucrania a la Eurocopa 2012, después de que oficiales europeos senior dijeran que boicotearían los partidos.
El asuto también obligó a Ucrania a posponer una cumbre regional de Europa central en Yalta este fin de semana, después de que ocho jefes de estado se negaran a asistir.
Las relaciones con la Unión Europea se hundieron aún más ayer, después de que Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, dijera que le contó a Mykola Azarov, premier de Ucrania, que se abstuviera de participar en ua reunión entre la UE y Ucrania en Bruselas la próxima semana.
Tymoshenko, 51, fue encarcelara por siete años en octubre pasado por un supuesto abuso de poder en el cargo. Está también en juicio por nuevos cargos sobre evasión de impuestos corporativos que habrían ocurrido en los '90, pero acusa que la campaña en su contra está orquestada por Viktor Yanukovich, presidente de Ucrania, como una forma de neutralizar a una oponente política.
La Unión Europea y EEUU han presionado a Ucrania para que deje lo que llaman una "justicia selectiva" en su contra.
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