Tipo de cambio logra anular efecto Brexit, mientras IPSA no se contagia de alzas globales

Luego de dos jornadas para el olvido en la bolsas mundiales producto del pánico provocado por el triunfo del Brexit en el Reino Unido, este lunes los mercados volvieron a respirar, con la bolsa inglesa subiendo un 2,64% y la alemana y la española un 1,93% y 2,48%, respectivamente. Por su parte, el Dow Jones en EEUU se empinó 1,57%, el Bovespa de Brasil un 1,55%, y el IPC mexicano un 0,98%.

Para Matías Urrutia, gerente de mercados financieros de Vantrust Capital, estos buenos desempeños a nivel global, tiene como principal razón “las altas expectativas de que los Bancos Centrales tomen medidas adicionales para limitar mayores impactos negativos en la economía”.

“Se trata de una corrección después de los movimientos generados los últimos días, luego del Brexit, en medio de rumores con respecto a la intervención de los Bancos Centrales para reducir los espacios de incertidumbre”, agrega Jaime Fernández, gerente de trading de Banco Internacional.

Sin embargo, este buen ánimo de los mercados no alcanzó a llegar a la bolsa chilena, donde el IPSA terminó la jornada con una caída de 0,73%.

Respecto a este punto, ambos analistas coinciden en que volatilidad continuará presente, y que la bolsa chilena se mantendrá expuesta a lo que ocurra a nivel internacional.

“Por ello, se deberá esperar algunos datos económicos consistentes que hagan volver la confianza a los inversionistas”, dice Fernández, para quien desde inicios de año las compañías del IPSA han mostrado un buen desempeño, las que se podría ver más afectadas por factores internos que lo que ocurra a nivel global.

Dólar a la baja

Donde sí se vio el efecto positivo posterior al Brexit fue en el tipo de cambio local. El dólar cayó un 1,84% frente al peso chileno luego de llegar a los $ 667,0. Se trata del valor más bajo para el tipo de cambio en casi dos meses y de la caída más importante en tres meses.

El comportamiento va en línea con la caída del dólar a nivel mundial, como consecuencia de la compra de acciones por parte de inversionistas. Mientras, la libra y el euro tomaron fuerza frente a la moneda estadounidense.