Concluyó el plebiscito, ¿y ahora, qué?
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Señora Directora:
Voté Apruebo porque para avanzar necesitamos unidad. Las marchas tuvieron diversas causas, entre esas, la pérdida de propósitos compartidos. Dejamos el relato común. Los "tiempos mejores" prometían eso, pero pronto se desgastó el sentido de posibilidad. En la Nueva Constitución, en cambio, se respira propósito.
Por mi formación, me inclino a buscar esos propósitos en la educación. Que Chile tenga la mejor educación la mejor de América, ¿por qué no? Que repensemos nuestras rígidas carreras profesionales que apagan la curiosidad intelectual. Fuera de eso, que Chile sea superpotencia en energías renovables. Construyamos grandes proyectos de infraestructura en regiones. Igualemos oportunidades para que Santiago no absorba la mitad de la población. Metas grandes y concretas.
Para lograr todo eso, la Nueva Constitución debe establecer un Estado que esté a la altura. He trabajado ahí por dos años, viendo cómo visiones prometedoras terminan en medidas poco creativas, atrapadas en un Estado ineficaz.
Comencemos con optimismo y apertura de mente frente a un siglo que aún es joven. Voté Apruebo para que empecemos a hablar. No para destruir, sino para construir. Hoy nos re-encontraremos en la plaza pública, para preguntarnos sin miedo: ¿y ahora qué?
Diego Salvatierra
Master en Educación y Tecnología de Stanford University