Eliminar las contribuciones a 1ª vivienda: una medida oportuna
Señor Director:
La eliminación del pago de contribuciones para la 1ª vivienda es progresiva, por lo que se espera que dará tiempo para que otros ámbitos de la propuesta constitucional vayan sustentando estas mejoras.
Muchos parecen olvidar que hoy las municipalidades asumen costos que son producto de deficientes políticas en vivienda, ciudad, migratorias y económicas. Algunos de estos costos eran inexistentes sólo una década atrás. Tomemos por ejemplo los costos asociados al aumento de la vivienda informal, las tomas y campamentos, el crimen y la inseguridad, con inconmensurables consecuencias sociales (incluyendo salud) y económicas.
El índice de la actividad de la construcción ha caído a niveles más bajos que en junio del 2020 (en plena pandemia); el gasto presupuestario a marzo del 2023 tuvo disminución real de 26%; la inversión del MOP entre enero y Feb del 2023 fue de menos 64% respecto al 2022 (la que ya había disminuido en un 22% respecto al 2021). Mientras el número de campamentos aumenta, el 91,3% de éstos se ubican en zonas de riesgo de derrumbe, incendio (con trágicas consecuencias), o tsunami.
Bajo la administración del ministro Carlos Montes, la entrega de viviendas sociales se ha reducido en un 40% —entre el 2022 y 2021 se entregaban 5.639 viviendas mensuales, lo que cayó a 3.456 en los primeros nueve meses del actual gobierno—. Además, se prevé que el mercado inmobiliario, estatal y privado, se reducirá en un 28,7% entre 2023 y 2024. Todo lo anterior con un devastador impacto para el país y la capacidad de los municipios de absorber los costos mientras apoyan a los ciudadanos.
La eliminación del pago de contribuciones para la 1ª vivienda no es un hito aislado, sino que se vincula a una mejora integral del país.
Beatriz Maturana Cossio
Instituto Historia y Patrimonio, Facultad de Arquitectura y Urbanismo U. de Chile