Señora Directora:
Estudié Ingeniería hace más de 20 años en la Universidad Católica. En aquella época entramos una mujer por cada siete hombres.
Me especialicé en el mundo de la construcción, donde la palabra equidad no existía, y las mujeres éramos escasas y eficientes. Esa sensación de tener que rendir el doble para ser validada me acompañó por muchos años, y cuando formé mi familia, sentía que debía hacer una doble demostración. Demostrar en el trabajo que eras tan buena como tus compañeros, y demostrar en la casa que eras tan buena trabajadora, como mamá y/o esposa. A medida que pasaban los años las responsabilidades se volvían equivalentes, pero los sueldos tremendamente dispares, siendo en promedio un 30% más bajos. Y no sólo eran las empresas y los hombres los que generaban esta diferencia, sino que muchas veces las mismas mujeres éramos quienes evitábamos el crecimiento del mismo género.
Actualmente luchamos por esta igualdad, porque lo merecemos, porque lo hemos conseguido, porque brillamos con luz propia, y nuestro esfuerzo y perseverancia debe tener los mismos frutos que el esfuerzo masculino.
Hoy dirijo la carrera de Ingeniería Civil en la Universidad San Sebastián, la misma carrera que estudié, y veo con orgullo y esperanza a mis alumnas. Sé que ellas avanzarán en este camino de igualdad y sororidad. Con orgullo veo el acuerdo que el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género junto a la Cámara Chilena de la Construcción realizaron con el objetivo de aumentar la participación laboral de nosotras en el mundo de la construcción.
Veo que se abren puertas, por las que entraremos mujeres valiosas, valientes, auténticas y apasionadas, que llenaremos el mundo de la construcción de sabiduría y excelencia.
Mónica Torres
Directora Ingeniería Civil, Universidad San Sebastián