Seguro de longevidad (I): ¿Y después quién paga?
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Señor Director:
Como asociación vemos con preocupación cómo ha tomado fuerza entre algunos actores la creación de un llamado “seguro de longevidad” en el debate previsional. Si bien no hay claridad de lo que se propone, se busca que los fondos acumulados en la AFP en vez de financiar las pensiones hasta el fallecimiento lo hagan hasta cierta edad, y quienes sobrevivan reciban pensiones, -que no sabemos de qué monto serán- de parte de un “fondo colectivo”, llamado seguro de longevidad.
El concepto es simple: las pensiones suben porque los ahorros acumulados se gastan en menos años. La duda es, ¿y qué pasa después?
Algunos proponen que una ley diga quién, y cómo se pagarán esas pensiones; otros proponen que todos coticemos más ahora, pero no a las cuentas individuales, para pagar esas pensiones futuras, cuyo monto se desconoce. Finalmente, si sobrevivimos a esa edad, lo que tendremos será una “cuenta nocional”.
Tal como ocurrió con los retiros de fondos previsionales, vemos a algunos actores del debate apostando por soluciones cortoplacistas, sin considerar la opinión de los expertos ni preguntarse si efectivamente son sostenibles en el tiempo.
La Renta Vitalicia es por definición un seguro de longevidad, ya que, como modalidad de pensión, asegura un monto fijo en UF, independiente del contexto económico o político. De hecho, las compañías de seguro tienen la obligación legal de garantizar el pago de las pensiones comprometidas de por vida.
Los cambios al sistema deben tener un solo propósito: mejorar las pensiones. Pongamos nuestros esfuerzos en ello.
Alejandro Alzérreca
Presidente de la Asociación de Aseguradores de Chile
