Señora Directora:
Es una falacia sostener que es igual de seguro ir a votar como ir al supermercado, por la sencilla razón de que, en el caso de un plebiscito, se exhorta a un país entero a movilizarse y concurrir a las urnas al mismo tiempo y en un lapso no mayor a 10 o 12 horas. Eso implica la circulación simultánea de millones de personas -muchas de ellas en transporte público y colectivo-, sumado a las largas esperas y aglomeraciones que ocasiona un acto electoral de esa naturaleza.
En cambio, a nadie se le conmina a ir al supermercado en un determinado día y hora y al mismo tiempo que millones de otros compatriotas, ni menos se le advierte que no hacerlo influirá en los destinos de la República.
Ignacio Garay P.
Abogado
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