500 años después
Daniel Contesse Vicerrector de Innovación y Desarrollo U. del Desarrollo
Estamos celebrando 500 años desde que Martín Lutero clavó las famosas 95 tesis en la puerta de la iglesia de Wittenberg, Alemania. La revolución de Lutero y la Reforma Protestante que vino a continuación trajo consecuencias insospechadas. El principal efecto fue teológico, provocando profundos cambios en una iglesia que se dividió para siempre. Por un lado, la Iglesia Católica sufrió serias modificaciones a partir de su proceso de contrareforma y por otro lado, surgió una nueva expresión de cristianismo que cambió radicalmente la concepción de la relación entre Dios y los hombres. Con énfasis y grados distintos, desde la mirada católica en un extremo, hasta la calvinista en el otro, hubo una significativa corrección y ajuste de serias desviaciones que tenía en ese minuto el cristianismo.
Como dijo Barzun, la reforma fue un proceso de emancipación. Liberó al hombre en el sentido teológico a través de una recuperación de un cristianismo centrado en la salvación por fe y en la doctrina de la gracia. Pero también fue liberador en un sentido secular, al ofrecer al hombre una alternativa al monopolio de la Iglesia Católica, alternativa que le entregaba ahora el derecho y responsabilidad de leer, estudiar, pensar y llegar a sus propias convicciones. A partir de la reforma se generó entonces una nueva cosmovisión en el mundo cristiano protestante, centrada en la valoración del individuo por sobre el colectivo y con un marcado énfasis en la libertad para pensar por si mismo, en el valor de las convicciones personales y en el actuar coherente de acuerdo a la conciencia individual.
No es exagerado decir que el proceso de liberación del hombre trajo consecuencias extraordinariamente importantes y que determinaron el carácter y conformación de una sociedad moderna, libre y democrática. Aspectos como la libertad de pensamiento, la democracia, el valor de la propiedad privada, el respeto a la ley, el orden social, la fundación de importantes universidades (Ginebra, Princeton, Yale, Harvard), los documentos fundacionales de EEUU, la teoría económica clásica, muestran evidentes raíces en el movimiento reformado.
La reforma protestante puso a la libertad como eje central en la civilización occidental y fue desde ese valor que esta sociedad pudo desarrollarse y alcanzar niveles de progreso y bienestar que nunca antes se habían visto. A 500 años de Lutero, Calvino y otros importantes reformadores, recordamos el extraordinario legado que nos dejó este proceso en la recuperación del cristianismo y en el desarrollo de la sociedad occidental y aprovechamos de reflexionar sobre la importancia de sociedades libres, donde cada persona tenga la posibilidad de desarrollar sus sueños y propósitos sin la coerción de otras entidades o instituciones.