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¿A quién beneficia (y en cuánto) el Proyecto de Deuda Consolidada, SOE?

El proyecto de ley sobre deuda consolidada o SOE (Sistema de Obligaciones Económicas), al entregar información financiera positiva de un agente...

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El proyecto de ley sobre deuda consolidada o SOE (Sistema de Obligaciones Económicas), al entregar información financiera positiva de un agente (detalle sobre su deuda al día) y, por esta vía, reducir asimetrías de información, es un mecanismo que ayuda a un buen pagador a identificarse como tal frente a nuevos oferentes de crédito. Como consecuencia, éste podría acceder a créditos en mejores condiciones de tasa, montos y plazos.

La principal asimetría de información en el mercado del crédito se produce en el caso de personas sin historia crediticia bancaria y que carecen de avales o garantías reales, pues este es el grupo que se endeuda con cajas de compensación, casas comerciales y cooperativas de ahorro y crédito y, por ende, puede sub-reportar su endeudamiento. Es por esto que las provisiones de los bancos para créditos de consumo son mayores que las de créditos comerciales e hipotecarios: 6,21%, 2,16% y 0,94%, respectivamente (información a febrero de 2012). Y dentro de los primeros la pérdida esperada por morosidad es mayor para créditos bajo UF 200: alrededor de 9% para créditos hasta UF 200, 5% para créditos entre UF 200 y UF 1.000, y 3% para créditos sobre UF 1.000. En este contexto vale la pena preguntarse quién se beneficiaría con este proyecto y en cuánto.

Al tener información financiera positiva sobre sus potenciales clientes los distintos acreedores podrán hacer una mejor evaluación de riesgo y, vía declinar solicitudes de personas sobre endeudadas, reducir la morosidad de su cartera de préstamos y recortar el cargo por riesgo incluido en la tasa de interés.

Análisis internacionales, así como modelos de riesgo propios de la industria, sugieren que una mejor evaluación de riesgo derivada del uso de información positiva podría reducir la tasa de interés en hasta un 10% de su nivel original. Esto significa que un buen pagador, que no está sobre endeudado, pero que por las razones esgrimidas es clasificado de alto riesgo y, por ende, obtiene crédito a tasa alta, digamos 40% anual (3,3% mensual), podría ver caer la cuota de su crédito a 36 meses por $ 4.000.000 en unos $ 9.200 mensuales (la cuota cae más a mayor plazo del crédito); esto es, un ahorro de $ 332 mil sobre la vigencia del préstamo.

La caída en la cuota puede parecer pequeña, pero beneficia a aquél que, siendo parte de los más de 3 millones de deudores de consumo no bancarios, no está sobre endeudado, pero paga cuotas más altas de lo que debería porque subsidia a los que sí lo están.

Es cierto que el citado proyecto puede reducir el acceso al crédito a aquél que tiene, pero sub-reporta, un nivel alto de deuda con bancos y casas comerciales. Esto, porque cuando esta información se consolide estas entidades reevaluarán la renovación o entrega de nuevos préstamos. Pero este resultado no es pernicioso, muy por el contrario. Una persona sobre endeudada, que se beneficia de la asimetría de información existente entre él y sus acreedores, es un deudor riesgoso subsidiado por los buenos pagadores, pero a quién no se le prestaría si su riesgo se evaluara individualmente, pues es responsable de la alta tasa de morosidad a nivel agregado.

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