Alianza estratégica y convergencia en la diversidad
José Antonio Viera-Gallo Embajador de Chile en Argentina
Las relaciones entre Chile y Argentina pueden sintetizar en los conceptos de “alianza estratégica” y “convergencia en la diversidad”. Más allá de las peculiaridades de cada nación y sus gobiernos, hay que pensar el desarrollo de nuestros países como formando parte de un proyecto compartido en el marco de la integración regional y la globalización, aprovechando la realidad bioceánica.
Existe, sin embargo, un desajuste entre las buenas relaciones políticas, por una parte, y el debilitamiento de los vínculos económicos, por otra. Las inversiones chilenas en Argentina –que se estiman en
US$ 18 mil millones- tuvieron su auge entre 1994 y 2000 y cayeron abruptamente a partir del 2006, cuando el anterior gobierno impuso normas regulatorias muy estrictas. La inversión argentina en Chile en 2011 alcanzaba a US$ 403 millones y 40% era en el sector de alimentos. El comercio entre ambos países ha seguido el mismo parámetro.
El actual gobierno ofrece oportunidades para dar un nuevo impulso a nuestros intercambios económicos, especialmente con miras a los mercados del Asia. El Presidente Mauricio Macri se ha declarado admirador de nuestro desarrollo y así lo ha demostrado visitando a la Mandataria Michelle Bachelet antes de asumir y participando como país observador en la reciente cumbre de la Alianza del Pacífico. Durante estos siete meses de su gobierno se han multiplicado los encuentros de autoridades y empresarios, se han suscrito acuerdos en el campo energético, se han proyectado importantes inversiones chilenas en Argentina, se ha reanudado el tren Salta-Mejillones, se ha acordado construir el túnel de Agua Negra que unirá San Juan con Coquimbo y se han otorgado nuevos permisos de vuelos a Latam y Sky ha abierto la ruta Rosario-Santiago.
Se estima que 6 millones de personas cruzan la frontera anualmente.
Hoy el esquema económico argentino es compatible con el chileno. Ha terminado el “comercio administrado”. El comercio se ajusta a las normas de la OMC, quedando un 20% regulado. Está en curso la ratificación en el Congreso de ambos países del nuevo acuerdo sobre doble tributación. El Mercosur está en proceso de renovación, abierto a un acuerdo con la UE, lo que permite un trabajo conjunto con la Alianza del Pacífico.
Se ha conformado el Consejo Empresarial Argentino-Chileno. Una importante delegación empresarial organizada por Sofofa visitó Buenos Aires en abril y el 18 de agosto irán los empresarios argentinos a Chile. Para este año hemos organizado cuatro ruedas de negocios en provincias fronterizas con Chile para poner en contacto a los agentes económicos regionales de ambos lados de la cordillera.
¿Será posible incrementar los emprendimientos conjuntos, fomentar los encadenamientos productivos “de doble vía” para aprovechar las oportunidades de comercio y colaborar en el ámbito científico para innovar en la producción y el comercio? Son interrogantes que sólo la realidad podrá responder. Pero el resultado depende en gran medida de la voluntad de los agentes económicos y de la prontitud con que las autoridades faciliten la conectividad a través de los 26 pasos privilegiados. Chile tiene que hacer también una fuerte inversión en puertos y obras adyacentes para facilitar el comercio por el Pacífico.