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Banda ancha móvil, la mejor alternativa para la masificación de la conectividad

El ingreso de la Banda Ancha Movil al mercado aumento la conectividad en sectores aislados de nuestra geografia nacional y, sin duda, ha incidido positivamente en el servicio

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Una de las investigaciones más recientes del Organismo para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre penetración de banda ancha sitúa a Chile entre los países con menor nivel de masificación de este servicio entre las naciones miembros de esta entidad.

Lo anterior, sin duda, plantea un desafío que como país no debemos eludir. No obstante, cabe precisar que se trata de una visión parcial de nuestra realidad, pues ni éste ni la mayoría de los estudios que nos sitúan a niveles bajos de penetración incluyen en sus cifras a la Banda Ancha Móvil (BAM), tecnología que en Chile ha tenido un crecimiento y desarrollo ejemplares a nivel mundial. Así, cuando en el documento de la OCDE se dice que sólo hay 9,6 conexiones de banda ancha por cada 100 habitantes, se trata de datos que no consideran las conexiones de BAM, tecnología que paradójicamente- es la más usada actualmente para acceder a Internet en nuestro país (superando al ADSL y cable módem) y la que cuenta con la mayor participación de las nuevas ventas.

Según datos de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), las conexiones de BAM aumentaron de 630.492 en diciembre de 2009 a 1,1 millones a mismo período de 2010, experimentando un crecimiento del 74% anual. Lo anterior es sólo una muestra, ya que se trata de una tecnología nueva y que en los últimos 21 meses (prácticamente desde que irrumpió en el mercado ha tenido un crecimiento de 570%. A ello, cabe agregar que el próximo año las conexiones de BAM debieran aumentar en un 75%, con lo que alcanzarían una cifra cercana a los dos millones, ocupando prácticamente el 50% del mercado total de banda ancha nacional.

A diferencia de los países desarrollados con altos niveles de Ingreso per Cápita y donde históricamente la red fija posee una cobertura más amplia, en países que vías de desarrollo la BAM se está constituyendo en la principal forma de conexión.

En el caso de Chile, lo anterior también tiene su explicación en la rapidez y la facilidad de implementación de esta tecnología, lo que adquiere especial importancia teniendo en cuenta nuestra compleja geografía y lo apartado de ciertas zonas geográficas, las que muchas veces que no alcanzan la masa crítica para contar con tecnología de conectividad fija.

Prueba de ello es que el ingreso de la Banda Ancha Móvil al mercado aumentó la conectividad en sectores aislados de nuestra geografía nacional y, sin duda, ha incidido positivamente en el servicio. Lo anterior, porque el ingreso de la Banda Ancha Móvil al mercado empujó el aumento de las velocidades de conexión, impulsando además nuevas formas de comercialización como lo son la oferta de BAM Prepago, la que ha permitido integrar a los sectores de menores ingresos al mundo de Internet. Este último es un dato a considerar, ya que se constituye así en un motor impulsor del desarrollo económico y social, además de actor relevante en la disminución de la brecha digital. Todo lo anterior demuestra y confirma una vez más que la tecnología móvil es una herramienta clave para alcanzar niveles de acceso a la conectividad acorde a los países desarrollados.

Además, el desarrollo de este tipo de tecnología avanza también a gran velocidad. A la consolidación de la 3G debería seguir el ingreso al mercado de otras como la 4G, lo que implica un cambio sustancial en materia de velocidad, aplicaciones remotas y conectividad.

Todo lo anteriormente expuesto demuestra que la BAM es la mejor alternativa de conectividad para Chile y una herramienta clave para facilitar el acceso a Internet de calidad, especialmente en un país donde la realidad ha demostrado que la inclusión digital, la convergencia tecnológica y la conectividad sitúan a la industria móvil como la gran protagonista del desarrollo de telecomunicaciones del futuro.

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