Claudio Agostini

Oportunidad de terminar con el poco transparente sistema notarial

Por: Claudio Agostini | Publicado: Martes 10 de diciembre de 2013 a las 05:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Claudio Agostini

Claudio Agostini

Claudio Agostini

Las elecciones presidenciales tuvieron un inesperado efecto secundario: pusieron en la palestra a los notarios. La inscripción de dos candidatos presidenciales con un volumen significativo de firmas falsas, pero con respaldo notarial, llevó a que la Fiscalía Nacional abriera una investigación penal contra dos notarios. Adicionalmente, la Corte de Apelaciones inició un sumario disciplinario y en estos días nos enteramos que uno de estos notarios ya había sido formalizado en una causa similar el 2010.

En palabras de un ministro de la Corte este notario “no ha aprendido la lección”. Sorprende que no fuera destituido de su cargo. Aún más asombrosas son las declaraciones de la Asociación de Notarios que no sabían de esta situación y hubieran esperado que el notario les informara “porque así se le puede ayudar”. Yo hubiera esperado que se le quisiera sancionar más que ayudar, pero al parecer las defensas corporativas están por sobre el bien común y el cuidado de la fe pública que dicen proteger.

Los notarios son nombrados por el Presidente de la República a partir de una terna que propone la Corte de Apelaciones y duran en el cargo hasta los 75 años si fueron nombrados después de 1995, sino es vitalicio. No es transparente cómo se genera la terna y hay no pocas curiosidades en el listado de casi 330 notarios vigentes con muchos apellidos que se repiten.

Por ejemplo, hay 11 pares de hermanos, al menos 5 duplas padre-hijo y 4 ex parlamentarios. ¿Qué tan probable es que ocurra algo así en un sistema de nombramiento meritocrático y transparente? ¿Será coincidencia o tráfico de influencias? Si agregáramos los notarios que son hijos de ex notarios o consideráramos todos los parentescos los números podrían impresionarnos. ¿Cuántos notarios serán parientes de primer grado de jueces de las Cortes de Apelaciones?
El sistema de nombramiento no es el único problema. El Ministerio de Justicia fija las tarifas máximas que se pueden cobrar por los trámites notariales. Sin embargo, la evidencia de varias investigaciones periodísticas y académicas muestran que no se cumple y hay notarías que cobran hasta 6 veces más.

Los ministros de la Corte de Apelaciones y los jueces de Letras son los encargados de fiscalizar que ello no pase, pero sigue ocurriendo y no hay sanciones. Si hablamos de calidad de servicio las cosas no se ven mejor, hay poca tecnología o es obsoleta la que hay, la atención es lenta e incluso a veces hay que esperar no poco tiempo a que el notario llegue a la oficina. La mala calidad de las instalaciones es un reflejo de la falta de competencia, ya que el número de notarías está artificialmente restringido, o tal vez es simplemente una forma de aparentar pobreza para disimular las rentas que obtienen y así evitar cuestionamientos.

Este sistema notarial, heredado de la Colonia, no es ni bueno ni bonito ni barato. Beneficia a los notarios a costa de todo el resto de los chilenos. ¿Por qué no se cambia es la pregunta obvia? La respuesta es que ha habido tres intentos, de dos gobiernos distintos, en los últimos 6 años. Todos fracasaron, a pesar de que las propuestas eran razonables: introducían concursos públicos transparentes en los nombramientos, competencia en calidad y precios pro el servicio y fiscalización efectiva. La pregunta final entonces es ¿cuál es el vínculo entre parlamentarios y notarios que permite bloquear los cambios? Es posible que algunos notarios financien la campaña de algunos parlamentarios, lo que debiera inhabilitarlos para votar estas reformas. También puede haber vínculos de parentesco, ya que hay parlamentarios que han reconocido en la prensa haber llamado al ministro de Justicia para presionar por nombramientos.

Hoy tenemos una oportunidad histórica para reformar este sistema obsoleto y hay que tomarla. Los notarios se van a oponer, pero si comenzamos por transparentar los vínculos entre notarios, el Poder Judicial y los parlamentarios, legislar los cambios necesarios puede ser más fácil y rápido de lo que creemos.

Lo más leído