Clive Crook

La verdadera razón de por qué Europa necesita una “reforma estructural”

Mientras los gobiernos europeos batallan por contener sus deudas, una gran parte de lo que ha salido mal es fácil de olvidar. 


Por: Clive Crook | Publicado: Lunes 6 de febrero de 2012 a las 05:00 hrs.
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Mientras los gobiernos europeos batallan por contener sus deudas, una gran parte de lo que ha salido mal es fácil de olvidar. 


A fuerza de repetición, comenzando no sólo con esta emergencia sino que antes de que el experimento de la moneda única partiera, los llamados por “reformas estructurales” en la Unión Europea (UE) se han transformado en una promesa vacía. Vale la pena detenerse para entender qué tan seriamente se necesitan en algunas partes de la UE.

Primero, hay que considerar a España. La tasa de desempleo se elevó a 22,9%. Piense en eso. En EEUU, el desempleo de 8% es visto como un desastre nacional. El desempleo español es casi el triple de eso. Entre los jóvenes, uno de cada dos está sin trabajo. Y España, como muchos otros países de la UE, espera caer de nuevo en recesión este año, por lo que esos números van a subir más.

Por cierto, el derroche del sector público que jugó un papel protagónico en Grecia aquí está ausente. España estaba equilibrando su presupuesto antes de la crisis, e incluso ahora su deuda pública es más baja que la de Alemania. Pero el riesgo sobre la deuda pública ahora es tan agobiante, y las perspectivas del crecimiento del país tan pobres, que los analistas están hablando de un posible default.

El foco en préstamos y deudas no está equivocado, pero hay que ver más allá del ciclo financiero para entender el desempleo español. ¿Por qué la recesión ha golpeado tan fuerte? ¿Y por qué es tan caro para España endeudarse?
Aquí es donde la “reforma estructural” entra en juego. Quizás sólo después de Grecia, España es el ejemplo más notorio de Europa de un mercado laboral quebrado. En España, como en muchos otros países de la UE, una reforma estructural significa “reforma de mercado laboral”, y “reforma de mercado laboral” es un eufemismo para confrontar a los sindicatos.

Como resultado de que existan dos tipos de contratos (temporales y permanentes) las compañías que enfrentan un deterioro del panorama no pueden ajustar salarios, beneficios o condiciones laborales de los trabajadores permanentes.

Los trabajadores temporales, que no tienen derechos, son quienes deben aguantar toda la carga. En términos simples, cuando las empresas decaen, en vez de que los salarios caigan a través de toda la economía (o crezcan de manera más lenta de lo que lo habría hecho de otra manera), los trabajadores temporales son despedidos.

Cerca de 90% de los trabajadores que han perdido sus empleos desde 2007 tenían contratos temporales, según el Centro de Estudios Monetarios y Financieros de España.

Como muchos de sus antecesores, el nuevo gobierno de España está luchando para confrontar el problema. España puede ser un caso extremo, pero el patrón es similar en otros países europeos. Estas batallas de reforma estructural deberían haber sido luchadas y ganadas hace mucho tiempo. La necesidad fue bien entendida cuando el euro aún estaba aún en la pizarra.

Decir que el problema es sólo el poder de los sindicatos es muy simple. Alemania tiene fuerte sindicatos, pero han sido exitosos, muy exitosos desde el punto de vista europeo, en controlar los costos salariales y mantener el empleo alto. El problema no son los sindicatos poderosos, sino que los sindicatos combinados con mecanismos de ajuste salarial inadecuados que, una vez establecidos, los sindicatos están decididos a defender.

Ésa es la razón de por qué no sólo es ingenuo, sino que también un error negar que los sindicatos de Europa son parte del problema. Los sindicatos actúan sobre intereses a largo plazo de sus miembros. Lo que España muestra es que, dependiendo de las reglas, estos beneficios se logran no sólo a costa de los dueños del capital, sino que también de los compañeros trabajadores, o ex trabajadores, para ser más preciso.

Hay un componente de justicia social en la reforma, pero no el “hunde al rico, salva al trabajador” enfatizado por la izquierda europea. Sería bueno entender eso antes de abanderizarse con alguna parte.

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