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Conexión a China | El mercado de los “bonos Panda”

Alberto Yastremiz Deputy General Manager, China Construction Bank Chile

Por: Alberto Yastremiz | Publicado: Martes 3 de marzo de 2020 a las 04:00 hrs.
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Alberto Yastremiz

Otro ejemplo del tremendo crecimiento que ha experimentado China en los últimos años es su mercado de capitales, en particular el mercado doméstico de bonos. En 2019, con emisiones vigentes por US$ 13.34 trillones, ha superado al mercado japonés para convertirse en el segundo más grande del mundo (el mayor sigue siendo Estados Unidos, casi tres veces el mercado chino). En los últimos siete años, el ritmo de crecimiento promedio ha sido 26% anual, gracias principalmente a normas implementadas en 2015 para que las provincias chinas accedieran a este mercado, en lugar de financiarse casi exclusivamente con bancos.

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Estos bonos se transan en dos mercados, siendo el más relevante el interbancario (“CIBM”) que representa un 90% del volumen emitido y donde acceden los casi 800 bancos registrados para operar en China.

A pesar de que China reconoce la importancia de un mercado financiero estable, ha tomado una posición de progresiva y estructurada liberalización para abrir su mercado de bonos a la participación extranjera como un elemento clave de la agenda de reformas financieras, dándoles a los inversionistas más alternativas y reduciendo también el riesgo sistémico de su sector bancario, donde los gobiernos locales y vehículos de inversión públicos (LGFV, por sus siglas en inglés) estaban acostumbrados a endeudarse para financiar proyectos de infraestructura que, aunque permitían mantener un crecimiento económico sostenido, algunas veces eran incapaces de pagar sus deudas.

Es en ese contexto que diferentes emisores internacionales han ido accediendo a este mercado a través de los denominados Bonos Panda, emitidos en renminbi y utilizados para financiar actividades tanto dentro como fuera de China. Aunque la mayoría de los emisores registrados son corporativos, muchos son subsidiarias extranjeras de empresas chinas. Del resto, la mayor cantidad de emisores se concentra en soberanos con grado de inversión, o grandes bancos globales europeos o asiáticos.

Los inversores más importantes son los grandes bancos estatales chinos, con influencia decisiva en la demanda y el precio de las emisiones. Los inversores internacionales también se han visto atraídos por los interesantes retornos. El lanzamiento en 2017 de Bond Connect, una interconexión entre los diferentes agentes depositarios de China continental y Hong Kong, ha simplificado el acceso de inversores extranjeros y se espera que esta tendencia continúe.

China continua incrementando su influencia global, por lo que más emisores e inversores extranjeros querrán participar en este mercado. El gobierno chino deberá seguir trabajando en hacerles la tarea más fácil, simplificando los procesos de aprobación y dando certezas en el marco del actual control de capitales.

Desde la perspectiva chilena, el Banco Central ya tiene invertido 8% de su portafolio global en renminbi, a través de la compra en el CIBM de Bonos Nominales del Tesoro de China. Es cuestión de que el sector privado lo siga. 

English version

 

The Chinese "Panda Bonds" market

Another example of the tremendous growth that China has experienced in recent years is its capital market, particularly the domestic bond market. In 2019, with an outstanding of US$ 13.34 trillion, it surpassed the Japanese market to become the second largest in the world (the largest is still the United Stated, almost 3 times the Chinese market). In the last seven years, the average growth rate has been 26% per year, thanks mainly to standards implemented in 2015 so that the Chinese provinces accessed this market instead of financing almost exclusively with banks.

These bonds are traded in two markets, the most relevant being the interbank ("CIBM"), which represents 90% of the volume issued and where almost 800 banks are registered to operate in China.

Although China recognizes the importance of a stable financial market, it has taken a position of progressive and structured liberalization to open its bond market to foreign participation as a key element of the financial reform agenda, giving investors more alternatives and also reducing the systemic risk of its banking sector, where local governments and public investment vehicles (LGFVs) relied on bank loans to finance infrastructure projects that, while allowing sustained economic growth, were sometimes unable to repay its debts.

It is in this context that different international issuers have been accessing this market through the so-called Panda Bonds, issued in renminbi and used to finance activities both inside and outside China. Although most of the registered issuers are corporate, many are foreign subsidiaries of Chinese companies. Of the rest, the largest number of issuers is concentrated in sovereigns with investment grade, or large European or Asian global banks.

The most important investors are the large Chinese state banks with decisive influence on demand and the issuance price. International investors have also been attracted by interesting returns. The launch in 2017 of Bond Connect, an interconnection between the different depository agents of mainland China and Hong Kong, has simplified access for foreign investors and this trend is expected to continue.

China continues to increase its global influence, so more foreign issuers and investors will want to participate in this market. The Chinese government should continue working to make the task easier, simplifying approval processes and giving certainty within the framework of current capital controls.

From the Chilean perspective, the Central Bank already has invested 8% of its global portfolio in renminbi, through the purchase in the CIBM of China Treasury Nominal Bonds. It's up to the private sector to follow.

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