DF Capital Sostenible | Sostenibilidad tributaria: la silenciosa I en ESG
FRANCISCA PÉREZ Lead Partner Tax Grant Thornton Chile
Salvo en las sociedades anónimas reguladas, las empresas con estructuras familiares complejas y en aquellas que han adoptado una cultura y disciplina de compliance, el concepto de gobernanza todavía puede percibirse como algo difuso, intangible y en algunos casos, innecesario.
Pero en el mundo y en Chile, las exigencias de transparencia corporativa han dado un paso decisivo con la incorporación de criterios ESG en la normativa de divulgación financiera.
“Los asuntos tributarios ya no pueden encargarse al departamento de contabilidad con la misión de pagar lo menos posible, ni a asesores externos, con confianza ciega y sin revisión”.
La Norma de Carácter General N° 461 de la CMF obliga a las empresas emisoras a reportar no solo sus resultados económicos, sino también el cómo gestionan los riesgos y oportunidades relacionados con los factores ambientales, sociales, climáticos y de gobernanza.
Por su parte, el mundo no regulado se ve igualmente obligado a prestar atención a los criterios ESG, desde la perspectiva de la normativa sobre prevención de delitos.
La gobernanza se refiere a cómo una empresa es dirigida y controlada, abarcando la estructura y el funcionamiento del directorio o la asamblea de socios, la transparencia y los controles en la toma de decisiones, la ética corporativa, la gestión de los riesgos y la protección de los intereses de propietarios y demás grupos de interés.
Su objetivo es asegurar una conducción responsable y sostenible del negocio, con reglas claras y supervisión efectiva. Y es en este contexto que aparece en nuestra legislación el concepto de sostenibilidad tributaria, en línea con estándares internacionales de amplio uso en países OCDE y que tiene dos ejes principales: la transparencia, colaboración y comunicación permanente con la autoridad tributaria, por un lado ,y por el otro, la incorporación de una adecuada gobernanza en materia tributaria.
En este nuevo contexto, las empresas están llamadas a integrar los impuestos a sus políticas ESG, considerándolos como parte de su reputación, su compromiso con el entorno y su legitimidad para operar.
Pero la sostenibilidad en materia tributaria es mucho más que pagar los impuestos y presentar las declaraciones juradas a tiempo. Es una cultura de responsabilidad empresarial, en la cual es crucial e ineludible, el rol de la alta dirección. Los asuntos tributarios ya no pueden encargarse al departamento de contabilidad con la misión de pagar lo menos posible, ni a asesores externos, con confianza ciega y sin revisión.
Directorios y gerencias tienen que asumir cuanto antes sus nuevas responsabilidades, porque las empresas y los grupos empresariales acaban de presentar al SII la DJ 1913, donde tuvieron que responder si cuentan o no con medidas de sostenibilidad tributaria.
En este contexto, deberíamos esperar procesos de fiscalización enfocados en la sostenibilidad tributaria y, por qué no, un trato más benevolente a los contribuyentes que cuentan con medidas documentadas en base a la normativa. Así, al menos, pareciera que el SII tratará a las empresas que cuenten con la certificación de sostenibilidad tributaria que ha dispuesto la ley.
El llamado a la acción, entonces, es a que directorios, socios y gerentes se sitúen bajo el nuevo paradigma, aprendan sobre impuestos y asuman con diligencia sus nuevas responsabilidades. Que consideren que la carga tributaria, la relación con la autoridad fiscalizadora y su contribución fiscal no es solo un asunto financiero, sino también ético, social y reputacional.
Una buena gobernanza tributaria define con claridad quién toma las decisiones en materia de impuestos, cómo se evalúan y controlan los riesgos fiscales y qué mecanismos aseguran el cumplimiento normativo. Más allá de prevenir errores o conflictos con la autoridad, es una herramienta estratégica para construir y preservar legitimidad.
En tiempos en que las empresas son evaluadas desde tantos frentes, el cómo se relacionan con los impuestos permite dar testimonio de su compromiso con el entorno y con la sostenibilidad en el más amplio sentido.