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¿Es novedad el estancamiento de la participación laboral femenina sub 40?

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Las últimas cifras entregadas por el INE reflejan una baja participación laboral femenina en el segmento menor de 40 años, lo que resulta preocupante a meses de la entrada en vigencia del nuevo posnatal. Aunque en el último tiempo las políticas han estado enfocadas en aumentar la participación laboral femenina, lo que en cierto modo se ha logrado, no dejan de ser inquietantes los últimos datos entregados por el INE respecto de este tema. De acuerdo con las cifras, el desempleo en la mujer bajó de un 9,4% en el último trimestre de 2009 a un 6,4% en el trimestre julio-septiembre de 2013. Sin duda, son buenas noticias para la participación femenina en general, pero que esconden una realidad que no deja de ser preocupante: el mayor porcentaje de las mujeres laboralmente activas lo ocupan las mayores de 40 años.

Por el contrario, las mujeres en edad fértil no han mostrado este dinamismo y un reflejo de ello es que durante el primer trimestre del gobierno del Presidente Piñera (marzo-mayo de 2010), la participación laboral femenina en mujeres de 20 a 24 años era de 47,7%, mientras que -según la última medición del INE del trimestre julio-septiembre de 2013- ésta misma llegó a 46,1%. Si bien se trata de una baja que no es aún alarmante, debe tomarse como una señal de alerta frente a lo que podría ser una consecuencia del posnatal parental impulsado por el gobierno, hipótesis que se refuerza si se analiza la tendencia que ha tenido la empleabilidad femenina en edad no fértil.

Por ejemplo, en el segmento entre 40 y 44 años la participación aumentó. Si tomamos en cuenta el mismo período (marzo de 2010 a septiembre de 2013), ésta pasó de un 63,5% a un 67,1%, datos que pueden estar indicando un mayor atractivo para el mercado laboral la contratación de mujeres en edad no fértil. Todo lo anterior resulta preocupante en un país que ostenta la participación laboral de la mujer más baja de la región (47,2% vs. 60% de promedio para el resto de Latinoamérica), y donde existen desafíos tanto a nivel de políticas públicas como de las mismas empresas y del mercado laboral para favorecer y propiciar la inclusión de mujeres.

Es cierto que la ley de posnatal es un paso adelante en muchos aspectos, pero también podría estar ejerciendo una barrera de entrada para mujeres en edad fértil por la carga que esto implica debido a la mayor extensión de éste. Es un tema que vale la pena revisar, que trasciende la equidad de género y que tiene implicancias a nivel país, ya que una alta participación laboral femenina favorece la productividad, es una fuerte señal de desarrollo económico y es una importante fuente de ingresos para los hogares.

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