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Expectativas de crecimiento 2014: menos razones para el pesimismo

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Con justificadas razones en el curso del año 2013 el mercado ajustó persistentemente a la baja sus proyecciones de crecimiento para la economía chilena en 2014. Según la Encuesta de Expectativas Económicas del Banco Central, en abril del año pasado los analistas esperaban que la economía creciera 5% este año, pero en diciembre esta proyección se había corregido a 4%. En BBVA Research coincidimos en que la economía crecerá en torno a 4% este año, pero detectamos en el margen algunas noticias positivas o brotes verdes que al menos dan sustento a esta cifra y que, en el mejor de los casos, podrían llevar a mejorar la visión de los analistas y de los mercados sobre el crecimiento económico en 2014.

El contexto externo relevante para la economía chilena, si bien no está exento de riesgos, ha mejorado. El inicio del retiro del estímulo monetario no convencional en EEUU es una señal inequívoca de que la economía está finalmente en una fase de recuperación; la Zona Euro volverá a crecer este año después de dos años de contracción y China, aunque con menos revoluciones, sigue siendo el motor del crecimiento mundial, prueba de ello es que el precio del cobre ha mostrado una alta resiliencia y tras el pesimismo de algunos momentos, hemos vuelto a ver correcciones al alza en su proyección para este año. Sostener un precio del cobre sobre US$ 3 la libra es una muy buena noticia para nuestra economía.

En el plano interno, el mercado laboral ha mostrado un sorprendente dinamismo a pesar de la pérdida de impulso de la actividad económica. Seguimos viendo el desempleo en mínimos, creación neta de puestos de trabajo y salarios que continúan al alza. Si bien este escenario tenderá a deteriorarse en el transcurso del año, estimamos que el mercado laboral continuará dando sustento al consumo privado. Por otro lado, tendremos un impulso fiscal relevante, tanto por la baja base de comparación, como por la posibilidad de que el gasto se expanda más allá de lo estipulado en la Ley de Presupuestos. La gran duda sigue siendo lo que ocurrirá este año con la inversión.

Visualizamos un segundo semestre comparativamente más dinámico que el primero. Por un lado, veremos los efectos de las bajas de la TPM, que en nuestra opinión totalizarán 100 puntos base a mediados de 2014. Por otro lado, en el segundo semestre se habrán disipado -esperamos favorablemente- una serie de dudas que rondan el ámbito de las inversiones y que incluyen aspectos internacionales, principalmente relacionados con el tapering, y aspectos locales, como la definición del gabinete y los detalles de la reforma tributaria. Además, desde el punto de vista puramente contable, dado que el cuarto trimestre de 2013 terminó siendo peor en términos de crecimiento económico de lo que se anticipaba, la economía crecerá sin mucho esfuerzo en el último trimestre de 2014.

Las expectativas de crecimiento para este año están próximas a tocar fondo, antes de comenzar un camino de recuperación. En base a lo expuesto, si bien podemos ver ajustes adicionales a la baja una vez que conozcamos las cifras de actividad de diciembre y enero, que no serán buenas, esperamos que en los meses siguientes se converja a un 4% como piso y no como techo de la expansión económica, que es la visión que impera actualmente.

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