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La diversidad en los directorios

Marcela Achurra abogadA y directora de empresas

Por: Marcela Achurra | Publicado: Miércoles 31 de enero de 2018 a las 04:00 hrs.
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Marcela Achurra

Diversidad es un término que aparece de manera recurrente en todo tipo de medios, artículos, programas electorales, memorias de empresas, etc.

Veamos qué ocurre en Chile en el caso de las sociedades anónimas abiertas: el 65% de los directores tiene entre 51 y 70 años, el 94% es hombre, el 75% es abogado o ingeniero. De ellos, la gran mayoría fue a los mismos colegios y universidades. ¿Permiten estos bajos niveles de diversidad, trabajar adecuadamente en el entorno cada vez más complejo en que las empresas se desarrollan?

Pienso que no. Este es un tema –a mi juicio- preocupante y que puede ser mejorado de manera fácil, sin necesidad de aumentar costos ni realizar modificaciones legales.

Estamos perdiendo la oportunidad de contar con mayor valor en las mesas directivas de las empresas locales al no incorporar distintas visiones, experiencias y sensibilidades.

El ambiente de negocios cambió: se ha puesto más riesgoso, más complejo, más desafiante y no permite esperas. Hay tantas nuevas voces que escuchar en el mundo corporativo, que no tener personas en las grandes discusiones estratégicas, que sean capaces de aportar estas nuevas miradas, se convierte en una debilidad competitiva.

Y no hablo sólo de incorporar a más mujeres. Me refiero a la necesidad de componer una mesa en que intervengan personas que cuenten con formación diversa, nacionalidades distintas, una mirada social inclusiva, edades variadas.

Según el último estudio del funcionamiento del Gobierno Corporativo de Virtus Partners y Board, la diversidad es una de las más débiles dimensiones según la evaluación de los mismos directores consultados (que este año fueron más de 130). La mayoría de los encuestados coincidió en que faltan nuevos perfiles en la mesa directiva. Según el Chile Board Index de Spencer Stuart, acá sólo el 10% de los directores proviene de otros países, cuando la media internacional es del 30%.

Hace unos días participé en una interesante reunión con directores y altos ejecutivos de empresas, donde debatimos sobre cómo avanzar en este tema. Componer un directorio en que converjan miradas diversas es más fácil de lo que se cree, sólo requiere de la voluntad y decisión de integrar perfiles más allá de lo convencional.

Lo interesante, además, es que un directorio más diverso tendría que ser evaluado con una vara más moderna, acorde a la composición, lo cual sin duda aportaría a la gestión de éste.

Todo esto, si bien no requiere grandes recursos ni modificaciones legales, necesita un urgente cambio cultural en la mentalidad de los accionistas, controladores y minoritarios, así como también de un compromiso público-privado para poner este tema en el centro de la discusión.

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