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¿La hamburguesa del ministro?

Luis Conejeros Saavedra Presidente Colegio de Periodistas de Chile

Por: Luis Conejeros Saavedra | Publicado: Lunes 10 de diciembre de 2018 a las 04:00 hrs.
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Luis Conejeros Saavedra

En 2001, el subsecretario de salud de la época engulló la hamburguesa más célebre de la historia nacional en una cadena de comida rápida que había sido clausurada días antes. La actividad económica, se dijo, requería ser apoyada.

La batahola no tardó en llegar y la autoridad recibió el reto público de la ministra de Salud de entonces, Michelle Bachelet, por lo que reconoció el “error comunicacional”. Un detalle quedó sólo para las cátedras de comunicación: es más fácil disculparse por “errores comunicacionales” que reconocer déficits políticos.

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Está surgiendo un síndrome parecido en el sector económico. Un verdadero reto se llevaron los medios de prensa que asistieron al seminario organizado la semana antepasada por el periódico Pulso. En su exposición, el ministro José Ramón Valente exigió a los medios que “se la jueguen por la verdad, aunque sea poco rentable”. Previamente hizo un recorrido intenso por las buenas e innegables cifras que muestra la economía.

Según él, la prensa no reconoce que el cierre de Iansa, de pastas Suazo y el despido de 500 personas en Farmacia Ahumada son casi anécdotas en medio de cifras reales que muestran una economía pujante. Por ello, la autoridad debería asumir la misión de explicar los números y las buenas noticias, para no dejar espacio a quienes quieren tomar las cifras “convenientemente malas para armar un panorama”.

Así, mientras los medios titulan con el alza del desempleo a más de 7%, el ministro de Economía se centra en las tres “buenas noticias”, recordando que “crece el empleo asalariado privado, crece el empleo privado en total y crece la cantidad de gente que siente que puede encontrar un empleo y lo sale a buscar”.

Corresponde, entonces, preguntarnos si la autoridad está diagnosticando bien el fenómeno y si, a partir de aquello, está tomando las medidas adecuadas.

La primera opción es que el ministro tenga razón. El problema de la economía es la prensa adversa al gobierno que quiere destacar sólo cifras que generan desconfianza, porque así se venden más diarios. Cobraría sentido, como los mismos medios consignan, que la autoridad haya reformulado y potenciado sus equipos comunicacionales y que esté impulsando la campaña “Chile en marcha”, para destacar el trabajo en materia económica.

Otra opción es que existan razonables preocupaciones respecto de nuestras perspectivas de dinamismo y crecimiento. Así podríamos explicar que el Índice Mensual de Confianza Empresarial, publicado por ICARE, alcance en diciembre 49 puntos (4,5 menos que el mes pasado), ubicándose por primera vez en el año en la “zona de pesimismo”. Son 15 puntos menos que lo registrado al inicio del gobierno. Aquí se miden las expectativas de quienes toman las decisiones en las principales compañías, no las de la prensa.

He escuchado a varios economistas una preocupación por el agotamiento de los motores del crecimiento chileno. Si nuestro país no hace una apuesta radical por nuevos focos de desarrollo, por energías renovables, por proyectos sustentables, ordenados territorialmente, potenciando las alianzas público–privadas, costará mucho mover hacia lo positivo (más allá de los vaivenes internacionales) las agujas de la economía.

La discusión es, en consecuencia y recordando al subsecretario de 2001, si los problemas de la economía son comunicacionales o si, por el contrario, hay un factor de alta política pública que atender. Probablemente sea una buena mezcla. En los últimos días la autoridad se ha centrado sólo en el primer factor.

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