La palabra es compartir

Las palabras identifican épocas. Se podría hacer una lista de palabras asociadas a cada etapa de la historia y del desarrollo. Ellas obviamente reflejan las tendencias, preocupaciones y objetivos de la sociedad en cada momento. Si durante la independencia dominaban términos como la libertad y conquista, en los 70´ fueron paz y amor.

¿Cuáles serán las palabras del futuro? Aún no lo sabemos, pero con certeza, una de ellas será compartir.

En el planeta, la población aumentará a razón de 1 millón de personas por semana hacia el 2050. La mayor parte se localizará en áreas urbanas. Lejos de esperar un futuro oscuro en megaciudades superpobladas, está previsto que esas grandes aglomeraciones humanas sean amigables, sustentables y altamente productivas.

Todo lo anterior, en el mismo espacio físico actual. La consecuencia es que el nuevo recurso escaso será el espacio urbano. Las casas posiblemente reducirán su tamaño, la calle será el patio de las familias y las superficies destinadas a la vialidad se verán fuertemente reducidas.

Entonces debemos prepararnos para compartir los bienes públicos y privados, como el automóvil. Las políticas públicas van, sin duda, en la dirección de restringir el espacio a los automóviles particulares. La prioridad por el transporte público con énfasis en los modos masivos dejará de ser una alternativa para transformarse en una prioridad.

Así, el concepto de automóvil compartido llega en un momento oportuno, a instalar un elemento de cultura de viajes hasta ahora inexistente. Si bien compartir el vehículo es frecuente para los usuarios de metro, buses y taxis colectivos, las iniciativas de auto compartido que hasta ahora se habían implementado no han sido exitosas.

El concepto de Awto abre una posibilidad real de mejora para el transporte urbano. Primero, diversifica la oferta. El transporte público no resolverá todos los viajes; una proporción importante de los viajeros seguirá dispuesto a pagar por usar auto particular. El sistema provee buena parte de los atributos que los usuarios valoran en los automóviles particulares: independencia de las decisiones, estacionamiento en origen y destino, flexibilidad para transportar paquetes y comodidad en el interior del vehículo aun en condiciones de congestión.

Al mismo tiempo, elimina inconvenientes del modo: ofrece una opción a quienes prefieren postergar la compra de un auto, evita recorridos en búsqueda de estacionamientos, que generan congestión, multiplica los usuarios de un mismo vehículo en el día, entre otros. Y sobre todo, nos prepara para aprender a compartir.